Hinchas del Cali protagonizaron nuevos altercados a las afueras del estadio de Palmaseca
Los aficionados nuevamente fueron protagonistas de desmanes, afectando los vehículos de las personas que se encontraban en el estadio.
El Deportivo Cali atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia reciente. La crisis deportiva y económica del equipo parece no tener fin, y su séptima derrota en el semestre, esta vez ante Millonarios en Palmaseca, ha vuelto a generar tensión entre sus aficionados y la directiva. Con esta nueva caída, el club sigue comprometido en la lucha por no caer en la zona del descenso.
A pesar de la decisión del club de restringir parcialmente el acceso al estadio debido a las constantes invasiones al campo, la violencia no se hizo esperar. Tras finalizar el partido, la barra del Deportivo Cali, que no pudo ingresar al sector sur del escenario deportivo, protagonizó desmanes a las afueras del escenario. Los hinchas atacaron vehículos estacionados en el parqueadero con piedras y palos, generando caos y destrucción en el lugar.
Además de estos incidentes, otra facción de la afición exigió con pancartas a los directivos y jugadores, reclamando mejores resultados. Entre los mensajes desplegados, se podían leer frases como: “Sudor o sangre”, “La grandeza no se negocia” y “Sin resultados no hay mercenarios”. Estos reclamos reflejan la desesperación de los hinchas frente a una situación que empeora cada jornada.
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La reacción de la Policía fue inmediata, usando la fuerza para dispersar a los violentos, quienes ya habían provocado daños significativos. No es la primera vez que el club se ve afectado por el mal comportamiento de sus seguidores, y se espera que enfrenten nuevas sanciones, que podrían agravar aún más su situación económica.
Complicado panorama deportivo
Aunque la derrota ante Millonarios no deja al Deportivo Cali en zona de descenso, el equipo sigue en una situación delicada. Los malos resultados, la crisis financiera y los tumbos dirigenciales han desatado la furia de los hinchas, quienes cada vez recurren más a la violencia como forma de protesta.
En esta ocasión, los incidentes no solo ocurrieron dentro del estadio, como ha sucedido en jornadas anteriores, sino también fuera del mismo, mostrando imágenes penosas de enfrentamientos con la Policía y destrucción de vehículos pertenecientes a los propios aficionados del cuadro vallecaucano. Estos actos reflejan un descontento que parece estar fuera de control, y la preocupación aumenta con la proximidad de tres clásicos caleños ante América, tanto por Liga como por Copa, encuentros que podrían desencadenar nuevos episodios de violencia.
La incertidumbre sigue rodeando al club, y las posibles sanciones que se avecinan, como el cierre del estadio, solo agravarían la crisis económica de una institución que se encuentra en proceso de reorganización bajo la ley de quiebras. El Deportivo Cali vive días oscuros, y la solución a sus problemas parece estar cada vez más lejana.