Capturan a 14 personas, entre ellos familiares del presunto asesino de alias Pichi Gordo
Las capturas se habrían dado en medio de operativos de allanamientos, entre los próximos a procesar estarían dos familiares de un reconocido líder de estructura criminal.
Medellín, Antioquia
En una serie de diligencias de allanamiento y actividades de seguimiento, la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional dieron con la captura de 14 personas señaladas de pertenecer a las bandas criminales Terraza y Robledo y entre ellas estarían dos familiares del presunto asesino de Édinson Rodolfo Rojas, alias Pichi Gordo, uno de los líderes más notorios de la banda criminal La Terraza. Los operativos, que se ejecutaron principalmente en el área metropolitana de Medellín, se dieron en contra de estructuras dedicadas al microtráfico. Además se dio dos capturas en flagrancia y una notificación judicial. Además se ocuparon inmuebles por extinción de dominio por 1.200 millones de pesos.
Entre los detenidos, estarían dos familiares de Keiler Álvarez Tabares alias Keiner, quien fue el jefe de sicarios de La Terraza. Keiner había sido capturado en un hotel del municipio de Quimbaya, Quindío, pero fue dejado en libertad, por vicios en el procedimiento y es el principal sospecho del asesinato de alias Pichi Gordo.
El asesinato de alias Pichi Gordo, ocurrido el 7 marzo de 2024 en el barrio Los Balsos de Medellín, en medio de un ataque sicarial, donde fue asesinado otra persona. Este crimen se dio en un contexto en el que Pichi Gordo se desempeñaba como facilitador de paz, en el marco de las negociaciones que el Gobierno Nacional venía desarrollando con las bandas criminales del Valle de Aburrá. A raíz de este rol, su asesinato tomó una gran relevancia política.
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Tras conocerse la noticia de su muerte, en marzo del 2024, el presidente Gustavo Petro emitió un pronunciamiento contundente, calificando el crimen como “un atentado contra el proceso de paz” que el gobierno adelantaba con los grupos armados en la región. Petro expresó que la muerte de Pichi Gordo representaba un fuerte obstáculo para la implementación de la política de “paz total”, que busca desmantelar pacíficamente a las estructuras criminales. Según el presidente, su asesinato fue una acción deliberada para frenar el avance de estas negociaciones.