El carneo azota al sector ganadero del Huila: más de 200 cabezas de ganado robadas

Neiva

El departamento del Huila se enfrenta a una grave crisis por el aumento de casos de carneo, una modalidad de abigeato que consiste en el robo y sacrificio de ganado en los mismos predios. Los municipios del norte del departamento, como Tello, Villavieja, Baraya, Palermo y Campoalegre, son los más afectados por esta problemática.

Según datos del Comité de Ganaderos del Huila, en lo que va del año se han registrado cerca de 80 casos de carneo, lo que representa la pérdida de aproximadamente 200 cabezas de ganado. Los delincuentes, que suelen operar en bandas organizadas, aprovechan las horas de la madrugada para ingresar a las fincas, sacrificar los animales y extraer las mejores partes de la carne.

“Las vacas de lechería son las principales víctimas de estos delincuentes, debido a su valor comercial y a la facilidad para sacrificarlas”, afirmó Luceny Muñoz directora ejecutiva del Comité de Ganaderos. Además, señaló que muchos de estos animales son producto de programas de mejoramiento genético, lo que representa una pérdida económica aún mayor para los productores.

La falta de denuncias formales dificulta la cuantificación exacta del problema, ya que muchos ganaderos prefieren no denunciar por temor a represalias o por considerar que las autoridades no tomarán las medidas necesarias. Sin embargo, el Comité de Ganaderos ha venido trabajando en conjunto con la Policía Nacional para combatir este delito.

“Estamos solicitando a las autoridades que refuercen la seguridad en las zonas rurales y que investiguen a fondo estos casos para dar con los responsables”, indicó la directora. Además, hizo un llamado a los ganaderos a denunciar cualquier hecho sospechoso y a tomar medidas de seguridad en sus fincas.

Impacto del carneo en el sector ganadero

El carneo tiene graves consecuencias para el sector ganadero del Huila. Además de las pérdidas económicas directas, esta actividad genera un clima de inseguridad entre los productores y desincentiva la inversión en el sector. Asimismo, afecta la producción de leche y carne, lo que puede tener un impacto negativo en la economía local.