Sinsabor en la frontera por resultados electorales en Venezuela
Migrantes en Cúcuta se estaban preparando para retornar a su país, si la oposición lograba un triunfo.
Cúcuta
La jornada electora que se vivió este domingo 28 de julio en Venezuela, tenía altas expectativas en zona de frontera, sobre todo por parte de aquellos venezolanos que viven en Cúcuta y que tenían la esperanza de un cambio en su país para retornar y reencontrarse con los suyos.
En Cúcuta la jornada transcurrió con normalidad. Estuvo habilitado un puesto de votación con tres mesas, en el Consulado de Venezuela. 1.225 votantes podían ejercer su derecho. Sin embargo, un poco más de 130 se acercaron a las urnas.
Decenas de venezolanos que llegaron hasta este punto y no pudieron votar, se quedaron en el lugar asegurando que daban su “voto emocional” a aquellos que sí podían sufragar.
Una vez cerradas las urnas en Venezuela y a pesar de que aún faltaba una hora de cierre de las urnas en Cúcuta, los venezolanos comenzaron una fiesta, asegurando que los suyos le habían cumplido al país en las urnas. Sonaron las notas del himno nacional y con fervor cantaban ¡Abajo cadenas!
Las lágrimas en sus ojos demostraban la felicidad que, sin duda, se sentían ganadores. A las afueras del Consulado y en El Malecón, centenares de venezolanos celebraban una victoria, aún sin conocer los resultados. Lágrimas de felicidad que en cuestión de horas pasaron a ser lágrimas de decepción y amargura.
En zona de frontera, en territorio tachirense, cerradas las urnas comenzaron a salir los llamados colectivos chavistas. Encapuchados, vestidos de negro, con armas, obligando a todos los ciudadanos a entrar a sus casas, a cerrar los negocios, a alejarse de los puestos de votación. Desde territorio colombiano se escuchaban los disparos que se hacían en territorio venezolano. Poco a poco comenzaron a conocerse de varios heridos, algunos de ellos tuvieron que ser trasladados a Cúcuta ante la ausencia de insumos médicos para su atención.
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La frontera no durmió, la noche estuvo cargada de caos y crisis. La incertidumbre reina en cada una de las familias que aún viven en Venezuela, pero también esa esperanza de querer luchar para ver su país libre de la dictadura.
Líderes opositores en estado Táchira y aquellas personas que le hicieron campaña a Edmundo González ahora temen por su integridad y la de sus familias, mientras que en varias ciudades se adelantan cacerolazos y enfrentamientos de la comunidad, quienes defienden su patria con rocas y piedras, exponiendo sus vidas frente a las armas de un gobierno que asegura, logró su tercera reelección.