¿Qué hace un congresista? Sueldo en el 2024 y 5 funciones que tal vez no conocía

Congreso

Ser congresista en Colombia significa tener la capacidad de legislar, crear, modificar y remover el sistema de leyes por el cual se rige el país, además de tener responsabilidades en materia de control político, protocolo, control público y hasta ámbitos electorales.

De acuerdo con la ley 05 de 1992, por la que se rige el funcionamiento de la rama legislativa, los congresistas tienen una función Constituyente, para reformar la Constitución Política mediante actos legislativos, y una función legislativa para elaborar, interpretar, reformar y derogar las leyes y códigos. También cumple con una función de control político, para requerir y emplazar a los ministros de turno y demás autoridades, a tal punto de poder convocar mociones de censura o de observaciones.

Dependiendo de si hacen parte del Senado o la Cámara, los parlamentarios deben acudir a las comisiones que integren para realizar sus distintas funciones, desde presentar, discutir y votar proyectos de ley o de acto legislativo, hasta citar a a los funcionarios del Gobierno o de la rama judicial para que den las explicaciones requeridas. Estas actividades también se pueden dar en el escenario de las plenarias de cada corporación. También, aunque para otros fines, se puede convocar a Congreso en Pleno, para que sesionen de forma conjunta Senado y Cámara.

¿Cuánto se ganan los congresistas en la actualidad?

El decreto 0550 del 2 de mayo de 2024, expedido por el Gobierno Petro, estableció un aumento del 10,88% en los salarios mensuales de los congresistas para el año 2024, lo que quiere decir que su ingreso aumentó $4′723.894, para un total de $48′142.046 cada mes.

Estos ingresos se dividen en tres rubros. La asignación básica, que representa cerca del 30% del salario, los gastos de representación que abarcan apróximadamente un 37% y la prima de servicios, que completa el 33% adicional. Aunque el aumento para este año se hizo en mayo, también recibieron el retroactivo de los meses que ya se habían cursado.

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Cinco funciones que tal vez no conocía de los congresistas

Además de sus labores constitucionales, legislativas y de control, los senadores y representantes a la Cámara tienen una función judicial, para juzgar excepcionalmente a los altos funcionarios del Estado por responsabilidad política. La Comisión de Acusaciones de la Cámara se encarga de investigar al presidente, los expresidentes, el fiscal y los demás funcionarios con fuero constitucional. Esa célula legislativa podría decidir llamarlos a juicio político, solicitud que presentarían ante el Senado, donde tendría lugar el juicio como tal.

Por otra parte, tal y como son elegidos mediante voto popular, los parlamentarios tienen una función electoral: para elegir al contralor general, al procurador general, a los magistrados de la Corte Constitucional y de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y al defensor del Pueblo. Además, cuando hay falta absoluta, votan también por el vicepresidente de la República.

Los congresistas cumplen con una función de protocolo en lo relacionado con los recibimientos a los Jefes de Estado o de Gobierno de otras naciones. También adelantan una agenda de cooperación internacional con Parlamentos de distintos países.

Para poder lanzarse a la Cámara de Representantes, los candidatos deberán tener un mínimo de 25 años de edad. Mientras tanto, para poder aspirar al Senado, el requisito sube cinco años: nadie menor de 30 puede llegar a la Cámara alta.

Distinto a la elección presidencial, que se da por un periodo de cuatro años, las presidencias del Senado y la Cámara tienen un periodo de solo un año, por una legislatura: del 20 de julio al 20 de junio. Estos se definen por acuerdos entre los distintos partidos, dependiendo la cantidad de curules que hayan alcanzado en cada cuatrenio. Para la próxima legislatura, por ejemplo, le corresponde al Partido Conservador la Presidencia del Senado y a la Alianza Verde la de Cámara.

Bonus: Mientras sean congresistas activos, no pueden cambiar de partido o incurrirían en una posible doble militancia que, vía demanda, podría desencadenar en una pérdida de investidura; es decir que pierdan su curul en el Congreso. El Consejo de Estado es el encargado de evaluar ese tipo de demandas.