Franceses y belgas abrieron la jornada del lunes en un duelo atractivo que tuvo lugar en el ESPRIT arena de Dusseldorf, ciudad ubicada al oeste de Alemania, país anfitrión del certamen. La mínima diferencia favoreció a los galos, quienes definieron la serie en los minutos finales del partido.

Los dirigidos por Didier Deschamps comenzaron atacando en tierras de los diablos rojos, que aguardaron ordenados en campo propio, y conforme fue pasando el tiempo, avanzaron en la cancha. Bélgica se fue tomando más confianza dentro del campo, y aprovechando los espacios que dejaba la defensa francesa en campo defensivo.

Maignan en acción

El guardameta del Milán, Mike Maignan apareció para salvar al equipo francés en un cobro de tiro libre al minuto 24 cobrado por Kevin De Bruyne. Con potencia y ubicación hacia el centro del arco, Maignan atajó con sus pies el disparo más peligroso y claro de Bélgica en la primera parte.

Por su parte, Francia encontró en Aurélien Tchouaméni y Marcus Thuram las oportunidades más claras de ataque en el campo belga. Tanto el volante como el delantero llegaron con remates cercanos al arco del guardameta del Wolfsburgo, Koen Casteels que pasaron al lado, y no generaron una alta preocupación.

La segunda de toma y dame

En el segundo tiempo del partido, ambos equipos decidieron salir un poco más, en búsqueda de la anotación para irse en ventaja. El primer cuarto de los segundos 45 minutos les costó a ambos en cuanto a variantes de juego y herramientas de elaboración, pues la media distancia y los balones en profundidad fueron los principales métodos para ambos conjuntos, que no encontraban claridad en el último tercio de la cancha.

El tiempo fue pasando, y la puntería de cada lado se iba desafinando conforme iba sumando el reloj en el ESPRIT arena. Con sus sustituciones, Deschamps esperaba encontrar la articulación de un equipo más ofensivo, que pudiese resolver en medio de la densa y obtusa defensa belga, que resolvía cada ataque galo, y solo dejaba espacio para el remate de media distancia, que en la mayoría de veces, salía desviado del arco.

A definirlo en los últimos minutos

Bélgica despertó y con Kevin De Bruyne encontró un potente remate en el borde del área que fue atajado por Maignan, y en el rebote, la defensa rechazó la pelota hacia la lateral, evitando un peligro mayor. Dos minutos más tarde, Francia desenredó el partido en una jugada colectiva que terminó en la anotación decisiva.

A los 84 minutos, Kolo Muani remató dentro del área, y dentro de la trayectoria de la pelota, el balón salió desviado por defensor central Jan Vertonghen con su rodilla. Este resultado le da la clasificación a Francia para los cuartos de final. En la siguiente ronda, se medirán en la siguiente fecha con el vencedor de la llave entre Portugal y Eslovenia.