Naciones Unidas alerta por situación humanitaria en La Mojana

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) emitió una alerta por la grave situación humanitaria que se vive en La Mojana dejando más 32.000 personas damnificadas de las cuales el 40% son niños y adolescentes por lo que se pide una atención clara y urgente.

El antecedente

La OCHA recuerda que desde el 27 de agosto de 2021, más de 166.000 personas en La Mojana han sido afectadas por inundaciones a gran escala con el rompimiento del dique Cara de Gato. En la subregión, 11 municipios han sido afectados de forma recurrente durante los últimos tres años. Nuevamente se activa la emergencia en esta zona.

“Esta coyuntura ha generado nuevas afectaciones a las comunidades inundadas en las emergencias de los últimos tres años agudizando sus necesidades y su situación de vulnerabilidad”, indica la alerta.

La línea de tiempo

• Desde el 21 de abril de 2024 se han reportado fuertes lluvias en la subregión de La Mojana. Como consecuencia, hubo filtraciones de agua en la obra del Jarillón Cara de Gato aumentando los niveles de agua de caños y ciénagas.
• El 05 de mayo se volvió a romper el jarillón y el 07 de mayo se rompió el otro Jarillón Los Arrastres, afectando alrededor de 32.000 personas (40% son niños, niñas y adolescentes) de San Jacinto del Cauca (Bolívar), Guaranda, Sucre, Majagual, San Benito Abad (Sucre) y Ayapel (Córdoba).
• En las próximas semanas puede haber afectaciones en los municipios de Achí, Magangué (Bolívar), San Marcos y Caimito (Sucre).

La preocupación a corto plazo

El organismo advierte que los niveles del agua para la emergencia de 2024 se prevé que sean superiores a los 2.5 metros registrados en los anteriores años, dada la erosión de las orillas del punto de Cara de Gato y la ruptura del otro Jarillón.

Actualmente, hay una afectación del 20% de las comunidades que se podrían afectar en toda la subregión de La Mojana respecto al histórico de 166.000 personas. Si no se realizan acciones inmediatas para la contención del paso de agua, la afectación total podría aumentar en un 25 por ciento en relación con el histórico por la ruptura de dos puntos críticos.

Vacíos en la atención

Naciones Unidas indica que “se ha identificado un desborde de capacidad de los municipios para atender las necesidades dada la magnitud y los limitados recursos por ser municipios de sexta categoría”.

La OCHA lamenta que pese a las alertas previas por “posibles rompimientos, que se materializaron, por las comunidades y los Comités Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres (CMGRD), no se implementaron medidas de mitigación efectivas para la disminución del impacto humanitario”.

Las necesidades inmediatas:

Para la OCHA es clave:

• Brindar asistencia alimentaria adaptada a las necesidades y costumbres a las familias campesinas e indígenas por al menos tres meses.
• Promover prácticas de higiene esenciales, como el lavado de manos, el manejo adecuado de excretas, el tratamiento del agua para el consumo, la gestión menstrual y de residuos sólidos.
• Brindar atención en salud mental dada la situación de incertidumbre en la que han vivido las comunidades los últimos meses.
• Garantizar alojamientos temporales mediante la entrega de artículos no alimentarios (NFI) como kits con mantas, colchonetas, toldos, hamacas, cobijas, entre otros. Entregar kits de noche y de lluvia (impermeables, lámparas solares).
• Incidir con las Secretarías de Educación municipales y departamentales para sensibilizar sobre la gestión del riesgo de desastres y promover comportamientos seguros en las instituciones educativas con los docentes.
• Implementar acciones de agricultura en emergencia con brigadas de salud animal, capacitación en suplementación de especies menores, suministro de piensos, recuperación de la diversidad genética de semillas locales y promoción de sus usos y costumbres.