Gabo, sin apocalipsis
La crónica elaborada presenta una narrativa que ubica nuestro personaje Gabriel García Márquez.
Magdalena
La crónica elaborada presenta una narrativa que ubica nuestro personaje Gabriel García Márquez que además de ser autor es personaje porque se nutre de la realidad de lo que escucha en su pueblo natal de las voces de los ancianos incluido su abuelo Nicolás de sus parientes, sus tías, su abuela todo ese mundo que lo rodeó en esa hermosa Casa donde estaba el Jardín de la begonia.
Y en esa casa, la casa como dice García Márquez, la única casa que ellos identificaban justamente era la casa de Aracataca y a partir de allí la muestra de existir otro lugar importante en Aracataca que es la casa del telegrafista o la telegrafía donde estaba el telégrafo como el espacio también del papa de García Márquez donde hacia sus labores como profesional de la telegrafía.
La crónica muestra un recorrido por todo ese espacio del caribe en el cual se ubica la obra de Gabriel García Márquez, es importante la referencia a un pueblo mágico que está enclavado en la Mojana Sucreña que se llama Sucre Sucre, en la cual sin duda alguna García Márquez va a experimentar mucho de aspectos importantes de su vida no solamente la pérdida de su virginidad sino también la de escuchar una serie de sucesos que habían acaecido en tiempos anteriores y que él, en la escucha pudo reconstruir a partir de su exquisita escritura.
Esa escritura mágica de una muerte anunciada por ejemplo en el asesinato de Cayetano Gentile y la venganza de los hermanos Chica representados en los vicarios y ese recorrido por un territorio marcado por nuestra cultura anfibia que es justamente ese rio Sinú que lleno de música de escritores, de poesía y de cosas imaginables en la que García Márquez sin duda alguna bebió para poder escribir su texto que recoge y recorre todo ese espectro de la geografía del caribe para dejar testimonio de la existencia de un hombre que plasmó en sus libros toda la cultura del caribe expresada en sus obras no solamente en sus novelas y cuentos sino también en sus crónicas, columnas, reportajes y tantas otras formas escriturales que el oficio como fue el del periodismo le permitió.
De los relatos de un pasado conjugado en narrativas de este presente, se confronta la realidad que hoy los culturologos de Aracataca y académicos están viviendo ante la baja lecturabilidad que existe en este municipio sobre todo en la población de estudiantes.
Enamorar al niño y la niña en la lectura y en ese recorrido conducirlo entre otros escritores, por valorar el hijo de Aracataca Gabriel García Márquez para espantar el fantasma del olvido de la nueva generación. Gabo conjuga un Genesis que no tiene Apocalipsis, por ello la importancia de una vigencia en los nuevos años de quienes apenas empiezan a vivir la vida en este pueblo inventado por Gabo… Macondo.