Condenan a seis años de prisión a militares que hurtaron y vendieron armas en el Huila
Los militares habrían vendido el armamento en 15 millones de pesos.
Los tres jóvenes militares huyeron hacia la ciudad de Cali donde recibieron la suma de dinero por la venta de las armas de dotación.
Neiva
Los hechos se registraron el pasado 12 de julio, donde tres soldados del Batallón de Artillería de Campaña No. 9 sustrajeron fusiles y otros elementos pertenecientes a la Novena Brigada del Batallón Tenerife en el Huila. Los hechos ocurrieron en la vereda Santa Ana del municipio de Colombia.
Los militares Jorge Enrique Rodríguez Delgado, Jainer Enrique Manjarrez Jiménez y Wilder Albeiro Rojas Rivera fueron procesados por los delitos de deserción, peculado sobre bienes de dotación, hurto de armas municiones, explosivos y fabricación, posesión y tráfico de armas, municiones y explosivos.
La condena que les otorgó la justicia militar fue una pena de prisión de seis años sin derecho a subrogados.
Los hechos
Los tres militares habían sido incorporados al servicio militar obligatorio en el Batallón de Artillería de Campaña N 9 -Tenerife ubicado en Neiva - Huila el pasado 1 de febrero.
Los tres llevaban cuatro meses de servicio, y se encontraban en desarrollo de la operación militar sobre la base militar Santa Ana ubicada en el municipio de Colombia- en el norte del Huila, cuando decidieron abandonar sin autorización las instalaciones de la base militar en horas de la noche aprovechando los relevos de los turnos de centinela, llevándose cada uno el uniforme camuflado que se les había entregado como parte de la dotación.
Además, sustrajeron el material de guerra entregado y asignado para el cumplimiento de su servicio militar los cuales se encontraban en óptimas condiciones de funcionabilidad, entre los que se cuentan una lanza granada tipo MK 40mm, 3 chalecos multipropósito, 15 granadas de 40MM para MGL, 4 fusil galil AR 5.56 mm y 1200 cartuchos y un radio de comunicaciones.
Luego de salir de la base uniformados, sin autorización y con todo el material de guerra y comunicaciones los militares lo entregaron a sujetos a cambio de una suma de dinero, y posteriormente huyeron hacia la ciudad de Cali en donde recibieron en efectivo la suma de 15 millones de pesos en cumplimiento de la promesa de venta de dicho material de guerra, el cual fue repartido entre los tres.
