Liga Colombiana

Jaime de La Pava fue impactado por una moneda: “¿Vamos para un partido o para la guerra?”

El entrenador del Deportivo Cali habló luego del juego ante Junior que tuvo que ser suspendido por falta de garantías.

Jaime de La Pava / Colprensa

Jaime de La Pava / Colprensa

El juego entre Deportivo Cali y Junior de Barranquilla terminó con imágenes lamentables en el estadio ubicado en Palmaseca. El juez central David Espinosa tuvo que suspender el juego al minuto 75 por falta de garantías, luego de que sector de la hinchada ubicada en la tribuna occidental comenzara a lanzarle objetos cuando se disponía a ver una acción en el VAR. Una vez revisada la jugada de gol del boliviano Luis Haquin, lo anuló por fuera de lugar de Jhon Vásquez, situación que empeoró el comportamiento de los fanáticos y algunos pocos ingresaron al campo con la intención de agredir al juez central.

Tras un largo rato, se decidió por terminar el encuentro de manera anticipada luego de que se hubiera disputado la mayoría del mismo. El traslado de los árbitros y de los propios jugadores fue un suplicio, pues la hinchada continuó lanzando objetos y los protagonistas tuvieron que ser retirados con ayuda de los escudos de la policía. En rueda de prensa, el entrenador Jaime de La Pava se refirió al compromiso y a los lamentables hechos, incluso aseguró que fue agredido por una moneda.

“Yo creo que el juego se empieza a desequilibrar con una jugada que observamos y analizamos. Gustavo en la disputa de la pelota hace un gesto natural de sacar el codo y ahí es donde se empieza a acumular una serie de cosas que vienen desde el partido anterior con Tolima”, inició diciendo el técnico sobre la expulsión que tuvo el delantero paraguayo al minuto 7′ por un codazo a Walmer Pacheco que se revisó en el VAR.

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Por su parte, lamentó los hechos de agresión que se presentaron y llamó a la calma por parte de la hinchada. “Quedar en inferioridad numérica a los siete minutos es muy complejo. A pesar de eso, el equipo trabajó bien. Nos fuimos al descanso con el empate y ahí hablamos de refrescar las bandas, porque en esa zona se hace un desgaste importante (...) El juego se nos presentó en unas circunstancias muy duras y eso genera impotencia, pero llegar a los límites de la violencia es complejo. Saliendo, me pegaron con una moneda y me abrió un poco. Esto no puede ocurrir, cuando uno sale para el estadio ve que hay 50 policías y uno dice ‘vamos para un partido de fútbol o vamos para la guerra’. El hincha puede gritar y hasta insultar, pero todos debemos tener equilibrio”.

Entretanto, habló de la planificación del equipo de cara al siguiente año, manifestando que su intención es continuar en el club a pesar de las especulaciones de los últimos días en las que aseguran que su presencia en el banquillo azucarero para el 2024 no está asegurada. “Hemos dialogado y tocado algunos aspectos sobre el plan estratégico para el próximo año. Lógicamente, quiero terminar el campeonato y luego evaluar a modo personal (...) El cuadrangular no nos jugó a favor en ciertas cosas, porque tuvimos una desestabilización permanente de la nómina por sanciones y situaciones médicas, pero el equipo tiene que seguir adelante”.

“Si se tiene en cuenta la situación que ha vivido el equipo, creo que se ha dado una construcción y avance. Me parece que más allá de lo que pueda evaluar en el estilo de juego, colegas y personas cercanas han valorado el esfuerza y la entrega. Siento que merezco seguir, pero el entrenador que esté el próximo año debe entender el entorno del equipo y los objetivos que realmente se pueden alcanzar”, concluyó.

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