Padre de Luis Díaz revela lo que le dijo su hijo en la primera llamada tras ser liberado
Luis Manuel Díaz habló de las incomodidades por las que pasó, relatando que fue sometido a largas caminatas.
Luis Manuel Díaz fue liberado por el ELN luego de 12 días desde su secuestro el pasado 28 de octubre. Mediante la intervención de organismos de la ONU y la iglesia católica, se medió su entrega en la Serranía del Perijá, fue trasladado a Valledupar y luego se reunió con su familia y amigos en Barrancas, La Guajira.
La noticia de la liberación de Mane, como es popularmente conocido, se produjo antes de que Lucho disputara el partido por la Europa League ante el Toulouse por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Europa League, que posteriormente terminó perdiendo el Liverpool 3-2, encuentro donde el jugador de la Selección Colombia fue titular y disputó 80 minutos para luego darle ingreso a Diogo Jota.
En una rueda de prensa brindada a medios locales e internacionales, Luis Manuel Díaz contó lo que su hijo le dijo previo a disputar el encuentro. “Gracias a Dios desde ayer que tuve la oportunidad de llegar a Valledupar (habló con Lucho), ya libre de todo tropiezo, porque pienso que es así. Tuve la oportunidad de saludarlo antes de que jugara un partido con su club y contento porque ya estaba con mi familia, con mi esposa, con mi hijo, con la suegra de Luis con Alejandro y con algunas personas que nos acompañaron. Que siguiera adelante, que las cosas no terminan aquí y que tuviera mucha fortaleza para recuperarme de todo lo que ha pasado (le dijo Luis)”.
Entretanto, reveló que padeció las largas caminatas de hasta 12 horas y que, por su conocimiento, sintió que estaba muy cerca de la frontera con Venezuela. “Pensé que sí, estaba cerca de la frontera. Lo que sí sé es que lejos de la Guajira estaba, porque tuve que caminar 8-12-7-6 horas para poder llegar a lugares donde estuviera más seguro. De eso estoy seguro, que estuve cerca de la frontera”, relató.
“Yo había estado en la montaña con mis viejos, he sido un tipo de monte, de sierra, pero era una historia diferente, de familia, de compartir, de ayudar a papá. Mucha cabalgata, bastante dura, mucha montaña, bastante lluvia, demasiada plaga, no podía dormir tranquilo, se me hizo muy difícil, casi 12 días sin dormir, a pesar de que el trato fue bueno, no me sentí cómodo, extrañaba mis cosas, mis hijos, el pueblo, los amigos. Caminé mucho, descansaba poquito, conocí una montaña que nunca había conocido, pero no quiero que nadie pase por esa montaña en la situación que yo andaba”, agregó.