¿Se puede terminar un contrato de arriendo por humedad en el inmueble? Así se debe manejar
Existe una ley en Colombia que le permite actuar ante problemas con inmuebles arrendados. Conozca en qué casos tiene aplicabilidad y cómo podría afectarlo.
La humedad es uno de los problemas más comunes con cualquier tipo de inmueble. Se presenta en casas, apartamentos, locales y hasta garajes.
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Tiene relación directa con factores ambientales y, pese a presentarse con frecuencia, puede convertirse en un dolor de cabeza.
Las humedades en paredes, guardaescobas y cielorrasos no solo afectan estéticamente la infraestructura de las propiedades.
Producen malos olores por la concentración de vapor, pueden agudizarse hasta afectar las construcciones y hasta causar problemas respiratorios y cutáneos en las personas que ocupan el inmueble afectado.
Por estas y otras razones, en muchas ocasiones suele surgir la discusión entre arrendadores (dueños de inmuebles) y arrendatarios (quien toma en alquiler la propiedad), sobre la terminación de contratos.
Se pueden incluso presentar conflictos de tipo legal, según las condiciones de cada contrato de arrendamiento.
Sin embargo, los arrendatarios tienen una ventaja en caso de presentarse esta situación: en algunos casos están protegidos por la ley y pueden incluso apelar por indemnizaciones o retribuciones por el daño causado por la humedad.
Conozca cuáles son los casos en los que la ley protege al arrendatario y en qué condiciones puede dar por terminado el contrato de arrendamiento, si presenta humedades en su inmueble.
¿Por qué aparecen humedades en las paredes?
Las humedades son manchas sobre las superficies, especialmente las paredes, que crecen a medida que se agrava el problema, pueden tornarse entre colores rosa, verdes y grises. Causan la erosión de la pintura y en casos extremos pueden incluso producir malos olores.
Se da por la acumulación de vapor de agua en un espacio cerrado durante tiempos prolongados. Esta concentración de humedad puede tener su origen una diferencia de temperatura entre interiores y exteriores, especialmente en los sitios que cuentan con estación de invierno.
También puede presentarse de manera común por la filtración de agua a través de tuberías rotas dentro de las paredes o exposición de estas de manea directa al agua lluvia. En construcciones antiguas, que no cuentan con un buen aislamiento térmico, también se suelen dar.
Pero además de las manchas y hongos que aparecer de forma evidente, existe una forma de exacta de medir el nivel de humedad en un inmueble.
La humedad hace referencia a la cantidad del mencionado vapor de agua en una medida sobre el 100% del aire que circula en un espacio cerrado. A mayor nivel de humedad, mayor afectación de infraestructuras y riesgos para la salud.
Justo las consecuencias graves de las humedades llevaron a que en la legislación colombiana tenga presente este evento como una causal para la terminación de contratos de arrendamiento en inmuebles, en ciertos casos justificados.
Cómo cancelar su contrato de arrendamiento por humedades en inmuebles
En Colombia, el Código Civil en su artículo 1990 aborda la “Terminación o rescisión por mal estado o calidad de la cosa”. Esta es consideración legal que tiene aplicabilidad plena sobre asuntos como el arrendamiento de bienes inmuebles, cuado estos presentan problemas.
Las humedades que son conocidas por el propietario antes de arrendar un inmueble o que afectan gravemente el bienestar, la salud y la tenencia del bien por parte del arrendatario, son causales para la terminación del contrato sin lugar a penalidad alguna.
El propietario es el responsable de mantener en condiciones adecuadas el inmueble, así como de pagar los impuestos y obligaciones legales, el arrendatario también debe procurar que el bien permanezca en buenas condiciones. Por esta razón, en muchos casos se cobran depósitos de arrendamiento que son destinados a tal fin.
Sin embargo, en los casos en los que una humedad grave cause problemas a la salud como infecciones respiratorias, afecciones cutáneas, complicaciones en problemas relacionados con asma o alergias, el inquilino puede alegar que el inmueble es inhabitable.
También en casos en los que la humedad cause daños graves sobre los bienes del arrendatario, como sus aparatos electrónicos, muebles de madera y ropa, sin respuesta ni acción correctiva por parte del propietario, se puede apelar a una cancelación del contrato de arrendamiento.
En todos los casos en los que el propietario sea avisado por parte del arrendatario del problema de humedad grave y este no actúe para solucionarlo, el arrendador está en la obligación de ceder la cancelación del contrato sin derecho a multas ni penalidades.
Lo anterior, aunque la terminación anticipada del contrato de arrendamiento aparezca penalizada en el contrato pactado entre las partes.
También se puede acudir a este recurso en los casos en los que el propietario alquila el inmueble con conocimiento del problema de humedad, pero no lo informa.
Además de la terminación del contrato por iniciativa de una de las partes, el arrendatario tiene derecho de alegar de por medio de la ley el pago de indemnizaciones.
Esto, dado el caso de que la humedad le haya causado daños graves a su bienestar o al de sus pertenencias.
Si el propietario reconoce el problema de humedad en su inmueble, solicita la suspensión temporal o definitiva del inmueble y se justifica que lo requiere vacío en su totalidad para solucionar el problema, también se puede acudir a este recurso, pero sin lugar a indemnización.
Si usted se encuentra en una situación similar, evalúe las condiciones de su contrato de arrendamiento, así como la gravedad del problema de humedad en el inmueble. Existe esta alternativa legal que, con una asesoría adecuada, lo puede respaldar.