Almirante José Padilla López será ascendido al grado gran Almirante de la Nación
En algunas ciudades del país se realizarán actos conmemorativos
Cartagena
Este lunes 2 de octubre se cumplen 195 años del injusto fusilamiento del máximo prócer naval colombiano el Almirante José Padilla López al ser acusado bajo cargos de conspiración y traición, en tal sentido se realizarán diferentes actividades conmemorativas para reivindicar y exaltar su memoria entre ellas la sanción de una ley por parte del Presidente de la República en la que será ascendido de manera póstuma y honorífica al Grado de Gran Almirante de la Nación.
En la capital del país iniciarán los actos conmemorativos con una ofrenda floral en plaza de Bolívar; a las 10:30 el Presidente Gustavo Petro hará la lectura y sanción de la Ley 273 de 2022 Cámara - 340 de 2023 Senado y posteriormente se realizará la develación de una obra de arte en honor al Gran Almirante.
El Caribe colombiano no podía dejar pasar esta fecha, en Riohacha, ciudad natal del máximo prócer naval se realizará una eucaristía, ofrenda floral y un minuto de silencio que contará con la presencia de descendientes de la familia del Gran Almirante, así como de un grupo de historiadores de la Academia de Historia de La Guajira.
Simultáneamente en diferentes ciudades de esta región se realizarán actividades con la participación de autoridades civiles, militares, así como de la población civil.
Historia y legado
El Gran Almirante José Padilla López, nació el 19 de marzo de 1784, en el caserío Camarones de Riohacha – La Guajira.
Su vida en el mar inició como mozo de cámara en la Marina Española del Nuevo Reino; a los 19 años cumplidos se enroló en la Marina del Rey de España. A pesar de su juventud, sus aptitudes de navegante le permitieron ser nombrado Contramaestre del Navío de Guerra Juan Nepomuceno, siendo el primer marino originario de América que llegó a ser Contramaestre en la Armada del imperio español.
El 22 de octubre de 1805 combatió en Trafalgar una de las epopeyas militares más memorables de la historia humana, en la cual cayó prisionero de los ingleses hasta que, una vez celebrada la paz, volvió a España en 1808.
En su retorno a Colombia, participó en innumerables expediciones y campañas navales y fluviales entre las que se logró liberar a Sabanilla, Santa Marta, Cartagena y Riohacha, obtuvo méritos que fueron reconocidos por el Libertador con rápidos ascensos a los cargos de Alférez de Fragata y comandante de Fragata.
Sin embargo, fue tras su proeza y liderazgo desde el ámbito marítimo en la batalla de la noche de San Juan, que José Padilla logró liberar a Cartagena del control español, apoderándose de todos los fuertes y sitios desde los cuales gobernaban la ciudad. Esto conllevó a que El Libertador ascendiera a Padilla a los grados de Contralmirante y General de Brigada.
Bajo el comando del Gran Almirante Padilla, la escuadra patriota logró forzar el paso de La Barra para ingresar al Lago de Maracaibo, una maniobra ingeniosa que le permitió obtener la ventaja sobre la flota realista.
Luego de varios encuentros y pequeños combates con la flota realista liderada por el capitán de navío Ángel Laborde y Navarro. Al amanecer del 24 de julio, la flota realista abrió fuego, pero las embarcaciones lideradas por Padilla avanzaron y abrieron fuego solamente cuando estuvieron muy cerca, logrando romper los cañones y la fusilería. Como producto de este ataque, fueron destruidos varios buques españoles y capturados otros. Con esta victoria naval se logró el resultado estratégico de consolidar toda la campaña independentista de la Gran Colombia, impidiendo la última intención de reconquista a las fuerzas realistas y sellando para siempre nuestra independencia.
La extraordinaria victoria que las fuerzas navales de la Gran Colombia, lideradas por el Almirante José Padilla López, lograron sobre la Armada del Imperio de España en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo en 1823, es una batalla decisiva que constituyó un hito en las guerras de independencia de Hispanoamérica, porque le garantizó al vencedor la conquista del control del mar, y la posibilidad de negar su uso al perdedor.