“Nunca di la orden de hostigar a los habitantes de Tierralta”: coronel José Lesmes
El coronel José Edilberto Lesmes, excomandante de la Brigada 11 del Ejército Nacional, aseguró que no se ha reunido con los militares involucrados en los hechos de Tierralta, Córdoba, para garantizar la transparencia de la investigación.
El pasado 11 de septiembre, la población de la vereda Boca del Manso, en Tierralta, Córdoba, denunció nuevos hechos de violencia por parte de un grupo de hombres, que cargaban fusiles y se presentaron como guerrilleros.
Según comentaron, estos presuntos delincuentes se identificaron como integrantes del Frente 5° de las FARC-EP, bloque José María Córdoba. Sin embargo, se pudo conocer que quienes intimidaron a los civiles eran miembros del Ejército Nacional de Colombia, del Batallón de Infantería No. 33 Junín.
Al respecto, la Procuraduría General abrió investigación disciplinaria y suspendió de manera provisional a un Teniente, un Sargento Viceprimero, un Cabo Segundo y ocho soldados profesionales, por su presunta responsabilidad en los hechos de violencia contra esta comunidad.
En la misma línea, el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo Bonilla, ordenó a todos los generales, almirantes y coroneles, comandantes de Fuerza, Divisiones, Brigadas y Batallones del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, una revisión a fondo de la organización de todas unidades militares y eventual suspensión de operaciones en caso de que se encuentran fallas.
En diálogo con 6AM Hoy por Hoy, el coronel José Edilberto Lesmes, excomandante de la Brigada 11 del Ejército Nacional, aseguró que se encontraba de vacaciones cuando ocurrieron los hechos y que hasta el momento no ha tenido algún encuentro con los militares para garantizar la transparencia de la investigación.
Frente a las declaraciones de la comunidad y del Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien aseguró que no es una situación aislada, son hechos reiterados en esa zona del departamento de Córdoba, el coronel Lesmes indicó que recibió la jurisdicción del municipio de Tierralta el 1 de enero de 2023 y jamás se había presentado algo así:
“Esta no es una política que tuviera la Brigada de nosotros en cumplimiento de nuestro plan de campaña Ayacucho, que es proteger la población civil y dentro de los lineamientos del general Ospino, que el respeto de derechos humanos, esto nunca se había presentado”.
De acuerdo con el coronel, no hay ninguna orden dentro del Ejército para que se realice este tipo de actos con ninguna comunidad, por lo que los soldados infringen todas las órdenes que se han emitido y tienen que establecer que los llevó a tomar esa determinación.
Asimismo, el excomandante Lesmes aseguró que desde que se tomó la decisión de traer este pelotón a las instalaciones del Ejército, por recomendación de la inspección de la institución, nadie puede hablar con ellos, solo el personal del CTI de la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría: “Personalmente, no he hablado con ellos para garantizar la transparencia y que de pronto se llegue a pensar que haya un direccionamiento dentro de la investigación”.
Sobre los antecedentes disciplinarios del teniente y el sargento de la Brigada 11, Lesmes señaló que durante los últimos nueve meses no habían presentado problemas de indisciplina o algún tipo de insubordinación, incluso, habían desarrollado operaciones con resultados excelentes como capturas de miembros del Clan del Golfo, estructura que delinque en el municipio.
¿Quién dio la orden para patrullar este sector de Tierralta?
El coronel Lesmes también aclaró que es la primera vez que el Ejército llega a este sector, ya que habían ejecutado control militar en la vereda Chontaduro y en los sectores de Llanos del Tigre y Mano de Dios.
“El objetivo era llegar a esta jurisdicción donde no había presencia militar y es el área base del Clan del Golfo para instrumentalizar a la población. Sí habíamos tenido combates en lugares cercanos donde tengo un suboficial y tres soldados heridos, y donde recuperamos material de guerra como morteros, ametralladoras y fusiles”.
Finalmente, el superior aprovechó el espacio para manifestar que este hecho fue experiencia amarga y detrás de cada una de las personas inmiscuidas hay una familia que espera que se resuelva la situación:
“Si la decisión del comando del Ejército es separarme del cargo por alguna omisión, lo acepto por estar en vacaciones, acepto la responsabilidad como comandante, pero dejo claro que nadie dio ese tipo de orden”.