“Cojámosle la caña al presidente”: de la Calle sobre discurso de Gustavo Petro
El senador Humberto de la Calle analizó la intervención del presidente Gustavo Petro durante la instalación de la segunda legislatura del Congreso.
Durante la instalación del segundo período legislativo del Congreso de Colombia, el presidente Gustavo Petro dio el discurso oficial de apertura a de las discusiones parlamentarias.
Su intervención, que duró alrededor de dos horas, generó comentarios y opiniones encontradas desde los sectores de Gobierno y de la oposición.
Lea también
El senador Humberto de la Calle Lombana, congresista por la Coalición Alianza Verde Centro Esperanza, analizó en 10AM Hoy por Hoy el discurso del presidente Petro.
Desde su mirada, la intervención del presidente fue “un discurso de buen tono, más constructivo y organizado”.
Resaltó la disposición del mandatario para reconocer no solo los avances sino también los puntos débiles del Gobierno. “Eso no lo había hecho antes”, añadió.
“Para mí, es el mejor discurso que le he oído desde la posesión”, resaltó el congresista.
De la Calle destacó también el énfasis del presidente al explicar en su discurso la situación y la apuesta energética de Colombia.
Manifestó que Gustavo Petro “se ha vuelto un jefe de Estado precursor”, por el tratamiento del tema durante su mandato.
Pero no dejó de lado las implicaciones que tienen las declaraciones del presidente en el contexto real del país.
“El gran problema es el tren de aterrizaje de eso en una situación como la de Colombia, que depende tanto de los combustibles fósiles”, argumentó.
“Una de las dificultades del Gobierno es la poca gerencia”, comentó. Y argumentó que los puntos centrales de la transición energética abordados por el presidente requieren justamente de una gerencia adecuada.
“La ejecución presupuestal es muy bajita y habría que hacer un esfuerzo”, agregó.
Respecto al abordaje de temas relacionados con el Acuerdo de Paz y la reforma agraria, como la titulación de tierras, de la Calle Lombana aseguró que “ha habido esfuerzos dirigidos a la compra de tierra. Ese es un buen instrumento, pero no el único”.
Explicó que el Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno colombiano y la desmovilizada guerrilla de las Farc habla de forma especial sobre la recuperación de tierras en manos de ilegales.
“De los tres millones de hectáreas para el Fondo de Tierras, los técnicos dijeron que cerca de la mitad, el 40%, debían salir gratuitamente. Es decir, sin necesidad de comprar, solo mejorando las normas sobre la extinción judicial de dominio”.
Aclaró que, si bien hubo “un buen discurso” en cuanto a los temas relacionados con la paz, no se puede olvidar la situación actual de control de territorios por parte de grupos ilegales.
“Hay diez alcaldes que no pueden ir a sus despachos”, expresó. Recordó también la situación del año 2015, cuando inicialmente algunos alcaldes tuvieron que salir de sus territorios por amenazas y presencia de grupos armados.
Al final de ese año, más de quinientos alcaldes cumplían con sus funciones desde sitios distintos a sus municipios. De la Calle expresó su preocupación por la presentación de una situación similar.
“Más allá de la inseguridad hay un problema muy serio. Se necesita mayor control territorial”, afirmó.
Disposición para los acuerdos
El senador de la Coalición Alianza Verde Centro Esperanza dejó ver su preocupación la posibilidad de que el acuerdo nacional, propuesto por el presidente, se quede anclado en el discurso por dificultades para construir desde el diálogo.
“El acuerdo nacional me parece muy bien. El problema es que, si cada uno lo ve en función de sus posiciones irreductibles, como ha ocurrido hasta ahora con el doctor Petro, eso se quedará simplemente en retórica”, argumentó.
De la Calle manifestó, respecto a la relación entre las ramas Ejecutiva y Legislativa, la complejidad de los términos en los que esta se puede llegar a dar.
“A los colombianos no les molesta que el Gobierno converse con los congresistas. El problema siempre es el fantasma de la mermelada”, mismo que debe gestionar el presidente, como lo explicó el senador.
“Este nuevo llamado del presidente, donde además el tono no es el insultante al que nos ha venido sometiendo a quienes hacemos reparos a las reformas, ojalá sea el abrebocas de que podamos discutir reflexivamente”.
Y añadió: “cojámosle la caña al presidente a ver si se buscan aproximaciones, reglas para disentir civilizadamente”.
Votación sorpresiva en el Senado
En su comunicación con 10AM Hoy por Hoy, el senador Humberto de la Calle aprovechó para dar su punto de visa sobre la elección del nuevo presidente del Senado.
Si bien por acuerdo político a la Coalición Alianza Verde Centro Esperanza le corresponde ostentar la presidencia de la corporación durante la legislatura 2023-2024, el congresista escogido fue Iván Name, que hace parte de la colectividad política.
Sin embargo, Name no se acogió a la decisión de su partido, que postuló a la senadora Angélica Lozano. Por una diferencia negativa de cuatro votos, Lozano no ganó la presidencia del Senado.
“El Gobierno vaciló demasiado en acompañar de manera más categórica la escogencia del candidato en el Partido Verde”, analizó el congresista.
Además de Iván Name, los senadores Inti Asprilla y Ariel Ávila también se abstuvieron de votar en la consulta interna del partido. Misma que hizo oficial la candidatura de Lozano a través de un acta publicada el 19 de julio.
Vale la pena resaltar que el senador Name alcanzó la votación necesaria para ocupar la presidencia del Senado porque contó con el apoyo de partidos de oposición.
Pese a esto, el senador Humberto de la Calle argumentó que no es probable que se constituya un bloque de oposición que dificulte la discusión de las reformas sociales del Gobierno, durante esta legislatura.
“Sin duda no es un triunfo del Gobierno. Pero también este debe acomodarse a una situación como la generada por la elección del senador Name, en función de conversar y dialogar con respeto”.
De la Calle concluyó reconociendo los retos que plantea la discusión legislativa que se instaló el 20 de julio.
“No puede suceder la tesis de que si el Congreso no aprueba las reformas es un Congreso oligarca”. Su intención como senador, expresó, es “transmitir un mensaje de cierto grado de esperanza”.