<b>Cada semana aumenta la alerta por las notificaciones de malaria en el occidente de Risaralda</b>, principalmente en las zonas rurales donde están ubicados los resguardos indígenas en límites con el Chocó, pues, hasta la fecha ya son <b>más de dos mil los casos confirmados en lo corrido de este año</b>, con <b>un aumento del 49 %</b> con respecto a la misma fecha del 2022.En medio de esta epidemia que afecta al municipio de Pueblo Rico, la comunidad indígena denuncia que, <b>en muchas ocasiones y pese a tener todos los síntomas, no pueden acceder a una prueba</b> porque el laboratorio del Hospital San Rafael no está en funcionamiento, por lo que algunas personas, según relató la docente de la comunidad Kemberdé, <b>Ángela Maya</b>, han tenido que desplazarse hasta Pereira para ser diagnosticados.Manifestó también que los contagios siguen en aumento debido a que muchos indígenas llegan al puesto de salud de Santa Cecilia con síntomas de malaria, pero<b> les envían tratamiento para otras infecciones y sólo hasta varios días después les realizan una prueba efectiva</b>, que arroja resultado positivo para dicha enfermedad.Las comunidades ancestrales del municipio insisten en que se tomen las acciones necesarias para que el centro asistencial les brinde atención oportuna y de calidad para evitar más contagios de esta enfermedad, pues el 89 % de los casos de todo el departamento de Risaralda, se registran en Pueblo Rico.