Se pierde salud ganando tiempo: expertos alertan sobre los peligros de comer rápido
Comer rápido o con afán no siempre es bueno para la salud, de hecho, puede llegar a ser muy perjudicial. Le contamos lo que dicen los expertos sobre eso.
Comer rápido es una práctica que las personas han tenido que realizar en algún momento, sea por el ajetreo del día a día, una jornada extenuante de trabajo y estudio o simplemente por un retraso que no permitió tener un buen tiempo de comida. Sin embargo, esto puede llegar a ser contraproducente para la salud, aquí le contamos por qué.
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En un artículo publicado en la revista académica ‘The Conversation’, por Silvia Gómez Senent, médico de aparato digestivo y profesora en el grado de enfermería de la Universidad Nebrija y Esther Martínez Miguel, directora del grado en enfermería y docente en la facultad de Ciencias de la Vida y de la Naturaleza en la misma universidad, explicaron las consecuencias de comer rápido.
Hicieron una aclaración con base en sus áreas de estudio en donde analizaron el ritmo de vida actual, el cual definieron como la cultura de la prisa y comentaron las posibles consecuencias de comer a una velocidad mayor de lo recomendado.
¿Por qué comer rápido es malo?
El problema más significativo de llevar a cabo esta práctica, es que al consumir alimentos de una manera veloz, se traga aire al mismo tiempo, esto se denomina como aerofagia, según las expertas y aunque no suena como algo peligroso, puede producir desde una ligera incomodidad o pesadez, hasta dolor e inflamación estomacal intensa.
Las autoras explicaron que la cantidad de gas normal en un individuo que se encuentra en ayunas es de 200 mililitros, aproximadamente, y si esta cantidad aumenta de una manera exagerada, expulsarlo puede resultar en algo muy molesto, ya que se incrementarán los eructos, flatulencias y la producción del mismo.
Tenga en cuenta que esta es la causa principal de consumir alimentos rápidamente, sin embargo, la aerofagia se puede producir también por el consumo excesivo de chicle, tabaco o alteraciones causadas por condiciones o enfermedades del tracto intestinal.
El aparato digestivo se esfuerza de más
Otra de las complicaciones por comer rápido es que las comidas no se mastican de la mejor manera y puede que en muchas ocasiones la comida llegue entera al estómago, provocando que este genere una mayor cantidad de jugos gástricos para poder digerirlos mejor. Esto no solo incrementa el trabajo del sistema digestivo, sino que también exige un esfuerzo mucho mayor para el proceso metabólico del organismo.
Además de esto, si los alimentos no se mastican bien, las enzimas orales encargadas de absorber los nutrientes en el intestino delgado no se producirán de la mejor manera, ocasionando que la comida llegue al colon sin terminarse de digerir.
Según las profesionales en salud, diferentes estudios médicos han concluido que la velocidad con la que se consumen los alimentos eleva el riesgo cardiovascular, los niveles de triglicéridos, las posibilidades de sufrir síndrome metabólico y obesidad, especialmente en las personas diabéticas.