Área de búsqueda de niños perdidos en la selva equivale al 80% de Bogotá
Manuel, familiar de los menores, está acompañando a las Fuerzas Militares desde el primer día de operaciones.
Bogotá D.C.
El área de búsqueda de los niños perdidos en las selvas entre Caquetá y Guaviare equivale al 80% de Bogotá. Las tropas de las Fuerzas Militares se concentran en un área de 17 x 19 kilómetros en el municipio Solano, en la vereda Palmarosa. Si un niño se pierde en un centro comercial o plaza de mercado, imagínese extraviarse en medio de la selva de esta magnitud.
Con velocidad, pero con mucha prudencia, avanza la llamada operación ‘Esperanza’ para encontrar a los cuatro menores indígenas que habrían sobrevivido al accidente aéreo, según dijo el general Pedro Sánchez, jefe del Comando de Operaciones Especiales de Fuerzas Militares.
Con la llegada este viernes de más tropas desde Antioquia a San José del Guaviare, se completaron 160 personas entre militares, organismos de socorro y Aeronáutica Civil para ubicar a los niños de 13, 9 y 4 años y el bebé de 11 meses.
“Son los comandos más entrenados de Colombia y el hemisferio. Son un referente global. Van a reforzar el trabajo que vienen haciendo desde hace 14 días los uniformados que se encuentran insertados en la selva. Hay que cubrir cada punto, no podemos dejar nada al azar”, señaló el general Sánchez.
Por tierra, integrantes de las Fuerzas Militares caminan entre la espesa vegetación con megáfonos y pitos, acompañados por los binomios caninos de ‘Ulises’ y ‘Wilson’, y por aire, los helicópteros de la Fuerza Aérea y Ejército Nacional usan perifoneo para enviarles mensajes grabados con la voz de la abuela en lengua nativa.
“Están con la moral alta. Todos ellos van con la convicción de traerlos a casa como si fueran sus propios hijos. La operación ‘Esperanza’ avanza con mucha cautela, prudencia, velocidad y esfuerzo. Es la integración de las capacidades no solo de las Fuerzas Militares, también de la Aeronáutica Civil, del ICBF y comunidades indígenas, porque somos una familia que le interesa traer a casa a los cuatro menores”, indicó el general Silva.
Padre de niños acompaña a militares
Manuel es el padre de Tien Noriel y Cristin Neriman (bebé 11 de meses) y también es el padrastro de Lesly y Soleiny. Está con los uniformados en la búsqueda de los menores en plena selva virgen del Caquetá y Guaviare desde el primer día.
Por una radio de alta potencia, el único medio de comunicación de las tropas en medio de la selva, el general Pedro Sánchez habló con Manuel para enviarle un mensaje de esperanza.
“Buenas noches, Destructor Uno. Este es el Legendario 6. Por favor, si tiene ahí a don Manuel con ustedes para que lo ponga ahí a la escucha y le informe que todas las mejores capacidades que tiene el Estado y sobre todo la voluntad de los comandos, de ustedes, que anteponen sus vidas para salvar la de otros, está disponible. No vamos a abandonar esta misión hasta no traer los menores a su casa”, dijo el general.
Segundos después respondió Manuel: “Buenas tardes, mi general. Agradeciendo primero a todas las unidades que están en la búsqueda. Con mucha fuerza, espero que muy pronto se encuentren a los niños y los tendremos en casa. Agradeciéndole aquí al Destructor Uno y a todas las unidades y a las voces de aliento para que encontremos a mis hijos”.
Desde el Puesto de Mando Unificado en Villavicencio no confirman, por ahora, el hallazgo de los menores. Los últimos rastros son unas huellas, un refugio improvisado de palos y ramas, un tetero y cáscaras de fruta que habrían consumido.