Los picos de los colibríes y su coevolución con las plantas

Investigadores de la Universidad de Antioquia encontraron valiosos hallazgos para la ciencia sobre las formas de los picos de los colibríes, esenciales para su alimentación, evidencian las interacciones entre el ave y las flores, y tienen múltiples formas: largos, cortos, curvos y rectos.

El profesor Juan Luis Parra Vergara, investigador miembro del grupo de Ecología y Evolución de Vertebrados de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Antioquia, indicó que estas aves y las plantas están enlazadas en su evolución. Para los colibríes, la alimentación es el factor determinante; para las plantas, lo es la polinización.

Los colibríes juegan un papel fundamental para el equilibrio de los ecosistemas como grandes polinizadores. Un grupo de biólogos de la Universidad de Antioquia investiga los factores que subyacen al encanto de esta figura alada que revolotea por toda Colombia y que hace parte de diferentes narraciones originarias suramericanas.

En tierras bajas hay muchas especies con picos curvos y largos que se alimentan de las flores de los platanillos (heliconias); los picos largos y curvos limitan el tipo de flores que estos pueden visitar. Usualmente, los extremos restringen la variedad de flores que se pueden usar, como la especie Pico de Sable, cuyo pico es más largo que el cuerpo»

“Los picos de los colibríes u sus formas están asociados a la diversidad de las flores”, manifestó Sara Moncada, egresada del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia quien lidero el proyecto investigativo. Se trata de una hipótesis: el proceso coevolutivo entre las plantas y los colibríes. La interacción de los picos de estas vales con las plantas.

Sara Moncada, consideró que además de la investigación sobre la polinización y la interacción de plantas y colibríes, nos debe llevar a la reflexión sobre la urgencia de frenar la deforestación y potenciar la restauración de los bosques para acatar el llamado mundial que busca detener la pérdida de la biodiversidad en el planeta.

Estas aves, también conocidas como picaflores, habitan ecosistemas que van desde manglares hasta sabanas o páramos en América. Están en todos los climas y territorios, en especial en la zona andina, aunque su presencia es más limitada en lugares en los que hay poca agua, como en las ciudades. En Colombia hay 165 especies, de las cuales 72 vuelan en Antioquia y 26 en el Valle de Aburrá.