Los frutos de la semilla de la educación

Santa Marta

Yolanda Mendoza Arredondo es la Directora Ejecutiva de la Fundación Social Portuaria de Santa Marta. Escucharla hablar del trabajo que hace muchos años viene realizando en programas de la fundación en el acompañamiento de los procesos educativos en los colegios que están dentro de la zona de influencia del Puerto de Santa Marta emociona.

Sus ojos saltan como niños jugando en el parque y brillan con la luz de la esperanza nombrando cada uno de los niños y niñas que han pasado en la selección de escogencia que los califica para recibir las becas y convertirse en profesionales.

Es un seguimiento riguroso, el tema no pasa solo por la entrega de útiles escolares o jornadas recreativas, el programa va más allá que compromete a educadores, familia, comunidad, el personal profesional que en las diferentes áreas respaldan la aplicación de los mismos, hasta lograr conseguir resultados óptimos.

La Directora Ejecutiva de la Fundación Yolanda Mendoza dice que “Esta es una semilla que la Fundación Social Portuaria de Santa Marta sembró hace muchos años, apuntándole a la educación de forma definitiva convirtiéndose en el programa estrella que hoy da los frutos como médicos, ingenieros, contadores, hijos de estas comunidades como San Martin, Villa Tabla del área de influencia del Puerto sientan que hay chicos de su comunidad, hijos, sobrinos, hermanos primos que surtieron estos frutos y que son ellos los que están llamados a salir adelante, a realizarse en sus profesiones y esto es de gran orgullo y satisfacción”.

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Manuel David Bolaños es Ingeniero Civil, nació en el barrio Bastidas en Santa Marta cuenta cómo su vida se transformó con este apoyo al ganar la beca y poder estudiar en una prestigiosa universidad en Barranquilla con todos los gastos pagos por la fundación:

“Me gané el derecho de la beca al obtener en el año 2016 la mejor Icfes departamental. El proceso de estudio estuvo acompañado con acompañamiento psicológico, académico semestre a semestre por parte de la Universidad del Norte donde me impartían los conocimientos y tenia una retroalimentación psicológica en la que potencializaban todos mis conocimientos.

Hubo una supervisión permanente de la directora Yolanda Mendoza en la que en cada semestre salíamos a realizar campañas en los barrios de influencia como San Martin, Villa Tabla en lo que hablaba de mis experiencias vividas a los jóvenes de estos sectores.

Todo el tema de manutención, tuve todas las oportunidades habidas y por haber, textos académicos, participe en conferencias dentro de la fundación contando mis experiencias y en la universidad coordinada con los diferentes puertos de Cartagena y Santa Marta donde potencializó mi crecimiento laboral”.

Jolrmeris Bermúdez es Contadura Publica, hija del barrio San Martin su testimonio de vida es alentador porque los amigos del barrio la ven llegar con su uniforme bien puesta como ejemplo de lo que se logra con estudio, disciplina y metas trazadas que la fundación potencializa en sectores como estos.

“Hace cinco años llegue al programa con muchas ilusiones con mi sueño de empezar y puedo dar fe y fruto que soy una contadora con el apoyo de la Fundación de la Sociedad Portuaria de Santa Marta.

Soy hija del barrio San Martin, me crie con mi familia y mis amigos, sigo viviendo en el barrio. Nunca pensé que esto lo pudiera vivir, pero la fundación me lo hizo realidad, aquí me brindaron todo el apoyo, me esforcé y saqué las mejores notas y luego cuando me gradúe me abrieron las puertas para laborar en esta gran empresa”.

Eduardo o Maria José y muchos otros nombres más en la lista interminable de profesionales son la prueba testimonial de esta obra valiosa que se hace a través de la educación. El impacto que generan en las poblaciones vulnerables es tan poderoso que se han multiplicado las solicitudes de los colegios para que os incluyan en este viaje de sueños que la Fundación Social Portuaria de Santa Marta hace realidad.

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La apuesta hecha a la educación, la pasión, el compromiso, la planificación y la optimización de los recursos para fortalecer el tejido humano en estas comunidades produce efectos de confianza y visibiliza un modelo humano que conduce a una mejor formación de los mismos que se multiplica como efecto espejo en quienes nacieron en esos mismos lugares para añorar ser parte de estos programas.

Cierto es que el Puerto de Santa Marta es un enorme aparataje de máquinas pesadas, enormes buques, contenedores y cargas que vienen y van de un puerto a otro. Pero en medio de toda esta dinámica hay un corazón que late el sentimiento de la ciudad y su gente, ese corazón lo representa esta Fundación que construye, invierte, capacita y forma seres humanos para una mejor sociedad. Lindo como los atardeceres de la bahía.