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¿Los ha escuchado? Chispero, Cucaracho y más barrios con nombres curiosos de Medellín

En la ciudad antioqueña hay sectores con nombres extraños y desconocidos para muchos. ¿Cuáles son?

Medellín

Medellín / Cortesía

Medellín es una ciudad cautivadora, no solo por su clima agradable que ronda los 19 °C durante todo el año, sino también por la amabilidad de su gente, su deliciosa comida, el humor campesino de sus habitantes, los bailes típicos y en general en la cultura paisa, que se mezcla con la vida agitada de la metrópoli.

La capital antioqueña es una de las mejores ciudades para vivir en Latinoamérica, según la revista Newsweek. Las razones obedecen a sus ventajas geográficas, pero también a su positiva transformación, ya que ha sido reconocida en años anteriores como la ciudad más inteligente del mundo. Se destacan aspectos como la movilidad, el diseño urbano y la tecnología.

También ha sido considerada como un referente por su modelo de sostenibilidad e integración social a nivel mundial, pues a pesar de las diferencias sociales, la ciudad ha logrado incluir a todos los ciudadanos en su transformación. Uno de los aspectos clave en este propósito es el sistema de transporte.

Las calles de Medellín tienen nombres antes que números. Hoy cualquier paisa sabe llegar a El Palo y casi todos deben preguntar dónde queda la carrera 45, que es la misma calle. En el centro de la ciudad, en plena carrera ‘El Palo’, se levantó un edificio circular que los comerciantes del sector llamaron El Huevo. Así nació el cruce de El Palo con El Huevo, que suscita toda clase de chistes.

Así, hay sectores como ‘naranjal’ -por cuenta de los cultivos de la fruta en la montaña-, o laureles, por la abundancia del enorme árbol en el occidente.

El sector del Doce de Octubre (en honor al día de la raza) se conoce también como La Maruchenga.

Así mismo, un grafiti da la bienvenida a ‘El Cucaracho, en Robledo. Algunos dicen que se llama Cucaracho porque había muchos pájaros que llaman ‘cucaracheros’.

También está el barrio El Chispero, uno de los más tradicionales de El Poblado, ubicado en la Loma de los González. A continuación, otros barrios icónicos de Medellin:

La Candelaria

El denominado “centro de Medellín” es un lugar lleno de ventorrillos, iglesias, museos, pequeños parques y pasajes peatonales. Sin duda, es aquí donde puede vivirse la efervescencia de Medellín y la mejor forma de conocerlo es caminarlo: el Free Walking Tour permite hacerlo mientras se conoce la historia de la ciudad.

Prado

Hasta los años 70 del siglo pasado, Prado fue el barrio más prestigioso de Medellín y el lugar donde vivían las élites (que luego se desplazaron a Laureles y El Poblado). Por eso, al recorrer sus calles pueden verse grandes casonas, chalets suizos, castilletes y palacios. Por su riqueza arquitectónica, fue declarado patrimonio cultural en 2006.

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San Javier (comuna 13)

En el barrio San Javier hubo una operación militar en 2002 que dejó muchas personas muertas, heridas o desaparecidas. Tras ese pasado trágico, el barrio se ha convertido en una prueba de la denominada “resiliencia” antioqueña: la capacidad de afrontar las adversidades y renacer. Visitarlo es ver la otra cara de Medellín.

El arte urbano invade las callejuelas de San Javier y la mejor forma de apreciarlo es mediante un tour. El principal es dirigido por Casa Kolacho, un centro cultural conformado por personas del sector y que tiene una orientación social.

Las “escaleras eléctricas” son una de las razones por las que Medellín es considerada una de las ciudades más innovadoras de Latinoamérica.

Laureles

Laureles es considerado como uno de los barrios más bonito de Medellín. Fue diseñado por Pedro Nel Gómez en los años 50 con una característica que lo diferencia de los demás barrios: sus calles son circulares y giran alrededor de la Universidad Pontificia Bolivariana. Entre el primer y segundo parque es posible apreciar árboles enormes y frondosos que le dan el nombre al sector.

El Poblado

El Poblado es el barrio más turístico de Medellín y allí se ubican buena parte de los hoteles, los restaurantes más exclusivos y las galerías de arte. El barrio hace parte de los recorridos de graffiti, un recorrido apetecido por visitantes que llegan a apreciar el arte callejero, como una de sus actividades culturales de Medellín.

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