El año pasado, el Departamento de Defensa de Estados Unidos creó una oficina para investigar los diferentes casos de objetos voladores no identificados en la Tierra al mando del científico y oficial de la fuerza aérea Sean Kirkpatrick, quien fue la persona encargada de anunciar la posibilidad de naves nodrizas alienígenas que rondan por el sistema solar de la Vía Láctea.

El director de la AARO, aclaró que estas naves buscarían lanzar pequeñas sondas, para que en la Tierra se detecten y así se puedan investigar sus planetas. Cabe resaltar que todo esto fue publicado por él a través de un artículo escrito en conjunto con el también científico Avi Loeb, presidente de la facultad de astronomía de Harvard, y aunque aún está en proceso de revisión, se menciona el descubrimiento de diferentes objetos cósmicos que no son de origen natural, como algunos asteroides, los cuales por su forma y composición pueden haber sido fabricados por civilizaciones extraterrestres y hasta naves nodrizas.

“Las coincidencias entre algunos parámetros orbitales del asteroide ‘Oumuamua e IM2 nos inspiran a considerar la posibilidad de que un objeto interestelar artificial sea potencialmente una nave nodriza que libere pequeñas sondas durante su paso cercano a la Tierra detectables para los satélites de la misma” mencionaron los expertos en el artículo. Hay que tener en cuenta que es un texto oficial y una investigación de dos especialistas en defensa aérea y espacial.

¿Qué es una nave nodriza?

La ciencia ficción y diferentes producciones de Hollywood han mostrado diferentes tipos de naves nodriza en sus producciones. Básicamente se trata de una nave de gran tamaño que es capaz de transportar unas más pequeñas en su interior. Un ejemplo de esto es la estrella de la muerte comandada por Darth Vader en Star Wars, el cohete de Zarkov en Flash Gordon o la Arcadia del Capitán Harlock.

Ahora bien, según los científicos del pentágono, la función de estas naves en el sistema solar sería lanzar sondas detectables para los satélites terrestres y así, en el momento que estos las reciban, se puedan analizar y estudiar los planetas de su origen.