Si su gato tiene caspa podría ser una señal de algo mucho más grave

La caspa felina, al igual que en los humanos, es una afección a nivel dermatológico del cuero cabelludo del animal. A los gatos les empieza a aparecer en su pelaje partículas de piel muerta en abundancia que se deben a una piel seca o grasa. Debido a que la piel del gato es su órgano más grande, se debe proteger contra infecciones, parásitos o agentes irritantes.

Si bien, la caspa no es un indicador de alarma, ya que, es normal que los gatos renueven su piel y esas partículas cutáneas caen de forma natural, sí se debe prestar mayor cuidado cuando ésta no desaparece a corto plazo y afecta el día a día de su mascota, causando molestias, comezón o estrés.

Causas comunes de la caspa en los gatos

Parásitos y hongos: los hongos y los parásitos son uno de los principales motivos de la caspa en los gatos. El parásito más habitual es el ácaro Cheyletiella, también común en perros y conejos. Es un ácaro que el gato suele eliminar cuando se acicala, pero cuando éste se prolifera, puede convertirse en un problema para el animal. Hay otros tipos de ácaros más ofensivos como los Demodex folliculorum que, cuando su crecimiento se descontrola, pueden hacer que su gato pierda el pelo debido a las lesiones de los folículos pilosos que producen.

Por el lado de los hongos, está la dermatofitosis (infección conocida como tiña) que ocasiona lesiones en la piel del gato, donde se puede percibir la presencia de caspa. Otros síntomas de esta afección es la pérdida de pelo, pelo débil o quebradizo y parches de piel rojizos. En ambos casos, se recomienda comenzar tratamiento tópico para volver a regular la piel del felino.

Alimentación: las dietas de los gatos también puede causarles la aparición de la caspa. Si un gato no mantienen una dieta adecuada, tienden a engordar rápidamente o a tener deficiencias nutricionales. El sobrepeso en los gatos puede provocar problemas cardíacos así como caspa, ya que no pueden acicalarse diariamente como deben porque pierden flexibilidad.

Por esto, se recomienda alimentar al gato con comida de calidad para que tenga todos los nutrientes necesarios para una buena salud. Adicional a esto, deben tomar agua fresca y limpia a libre disposición.

Para evitar este tipo de aparición, también se recomienda una dieta con ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6. Además, ciertas vitaminas, como la vitamina A, también contribuyen a la salud de la piel, regulan el crecimiento celular y la producción de aceite.

Estrés: al igual que los humanos, los gatos pueden padecer estrés y ansiedad debido a cambios bruscos en su día a día como la exposición a mucho ruido, una mudanza o poca independencia. Cuando esto ocurre, el felino comienza a perder el pelo, a tener el cuero cabelludo irritado y a padecer caspa. En casos más graves, el animal deja de comer y de beber.

Un gato estresado puede lamerse en exceso, empeorando los problemas de dermis. En cualquiera de estos casos, lo más importante es llevar a su gato al veterinario para dar con un diagnóstico profesional para detectar la causa primaria y solucionar el problema de raíz.