Hallan agujeros negros que crecen juntos y podrían colisionar pronto
Los objetos son los más cercanos jamás observados y estarían a ‘un paso cósmico’ de chocar.
Un equipo de astrónomos, con ayuda del observatorio internacional Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), en Chile, descubrió dos agujeros negros supermasivos que están creciendo simultaneamente.
Hasta el momento, los científicos, no habían podido observar nunca antes agujeros tan próximos entre sí y la pareja galáctica se encontraría en una galaxia recién fusionada a 500 millones de años luz de la Tierra, en relativa cercanía.
Los resultados de la nueva investigación se publicaron en The Astrophysical Journal Letters, y se han presentado en la 241ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana (AAS) en Seattle, Washington.
La investigación revela que los agujeros negros binarios y las fusiones de galaxias que los crean pueden ser sorprendentemente frecuentes en el Universo, por lo cual son ideales para estudiar las etapas finales de las fusiones de galaxias, que ocurren a menudo y pueden ser difíciles de observar.
Crecen ‘devorando’ su entorno
Los dos agujeros negros supermasivos identificados en este estudio tienen 200 millones y 125 millones de veces la masa de nuestro Sol y siguen creciendo, “devorando” el gas, el polvo, las estrellas e incluso otros agujeros negros que los rodean, por lo que en un futuro colisionarán.
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Cuando los científicos utilizaron los receptores de alta sensibilidad de 1,3 mm de ALMA, para observar en profundidad los núcleos galácticos activos de la fusión -áreas compactas y muy luminosas de las galaxias causadas por la acreción de materia alrededor de los agujeros negros centrales- encontraron no uno, sino dos agujeros negros devorando glotonamente los subproductos de la fusión. Están tan cerca, en términos astronómicos, que pueden alimentarse juntos.
UGC 4211, el nombre de esta galaxia recién fusionada donde habitan, es el lugar ideal para estudiar cómo son las etapas finales de una fusión de estos conjuntos de cuerpos celestes.
Michael Koss, autor principal del estudio, afirma que, “ALMA es único, en el sentido de que puede ver a través de grandes columnas de gas y polvo y conseguir una muy alta resolución espacial para ver cosas muy juntas. Nuestro estudio ha identificado uno de los pares de agujeros negros más cercanos en una fusión de galaxias, y dado que conocemos que las fusiones de galaxias son más comunes en el universo lejano, estos binarios de agujeros negros pueden ser más comunes de lo que habíamos pensado”.
El estudio no solo tiene implicaciones presentes, sino que también está sirviendo para entender la futura fusión que parece, ocurrirá entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda, que ya se encuentra en su etapa inicial. Aunque está previsto que la colisión ocurra dentro de 4.500 millones de años.
El científico aseguró que, “las simulaciones sugerían que la mayor parte de la población de agujeros negros binarios en galaxias cercanas serían inactivos, porque son más comunes, y no dos agujeros negros en crecimiento como los que hemos encontrado”.
En realidad, los astrónomos sólo querían investigar un agujero negro en la galaxia, pero al combinar numerosas observaciones de siete telescopios, se dieron cuenta de que lo que estaban viendo no era uno, sino dos agujeros negros.
Joe Pesce, astrofísico de la Fundación Nacional de Ciencias, afirma que “este fascinante descubrimiento nos demuestra el poder de ALMA y cómo la astronomía de múltiples longitudes de onda puede generar importantes resultados que amplíen nuestro conocimiento del universo, incluyendo agujeros negros, núcleos de galaxias activos, la evolución de las galaxias y mucho más.”