Julio Comesaña: A mí me contrataron en Junior para clasificar a los ocho
El entrenador uruguayo reveló además que en el momento de la expulsión de Viera, ni siquera sabía que el guardameta ya tenía amarilla.
Julio Comesaña: A mí me contrataron en Junior para clasificar a los ocho
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Julio Avelino Comesaña. Foto: Colprensa - Cortesía
Julio Avelino Comesaña habló en El Vbar Caracol sobre el flojo presente con el Junior de Barranquilla y se refirió a lo que se le avecina al equipo en las instancias finales de la liga colombiana.
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El cuadro barranquillero es colero del Grupo A, detrás del Deportivo Pereira, Independiente Santa Fe y Millonarios.
Situación de Comesaña en el Junior
Me siento atrincherado, estoy contra las cuerdas. Estoy recibiendo de derecha, izquierda, de todos lados, pero no doy tregua. ¿Noqueado? No, por favor. He pasado dificultades mayores que esta, simplemente hay que estar analizando la situación que vivimos, comprenderla y trataré de buscar las mejores soluciones, que a veces hay varias y otras una o dos. Hay un tema de inestabilidad futbolística, pero con razones. El que no está adentro, no sabe lo que pasa y por eso la gente opina solamente de lo que ve.
Realidad de la nómina
Trato de estar tranquilo. Acepto y entiendo. Escucho muchas cosas y varias están alejadas de la verdad porque no tienen la información. Uno mira las alineaciones de este equipo y mira el banco: tenemos 11 lesionados, de los cuales siete eran titulares, y ahora dos suspendidos. Yo vine aquí y no puedo ponerme con los jugadores a hablarles de modelos de juego, atacar-defender, no puedo porque no hay tiempo, ni momentos, ni están todos los jugadores. Yo observo todo y trato de armar algunas estrategias que nos permitan conseguir resultados, algunas veces lo logramos y otras no. Hemos recibido goles, hemos anotado y solo dicen que somos defensivos. Las lesiones han sido de semanas, sobretodo musculares, esas preocupan pero seguimos buscando soluciones.
Desazón por las recurrentes lesiones
Me da dolor y rabia cuando un jugador se desgarra. Pienso en qué himnos mal o si el jugador no se cuida o es indisciplinado. Pero cuando son jugadores que se entrenan bien y se desgarran, uno empieza a buscar de todo. Este equipo, cuando acaba el primer torneo, descansó una semana, se preparó la otra y después empezó el campeonato. El que no descansa bien ni se alimenta bien ni se prepara, paga tributo. Hay que revisar lo que se hizo. Algunos llevan dos meses sin jugar y se van de vacaciones para empezar en enero. Estas cosas merecen un análisis, sin culpar a nadie porque las cosas pasan. Es demasiado.
Expulsión de Viera
El otro día no sacamos el mejor resultado porque en nuestro mejor momento emocionalmente hablando, nos desequilibramos. No sé si por el afán de seguir atacando y querer aprovechar el momento de duda del Pereira. Viera no se acordó que tenía amarilla y se sacó la camiseta. Uno dice cómo, pero esa es la realidad, él contestará. Yo ni me di cuenta que tenía amarilla, no pensé en eso. Le dije que rematara, lo hizo, se sacó la camisa y gritó el gol. Qué hace uno.
Difícil asumir en medio del torneo
Nosotros llegamos con muchas dificultades, demasiadas. El cambio de entrenador, eso uno lo debe tener en cuenta. A veces las cosas son para bien y otras no. Yo no vine a cambiar todo sino a contribuir a partir de cosas que Juan Cruz venía haciendo. Otras intenté modificarlas a lo que según mi parecer había que hacer, nosotros no tenemos tiempo de trabajo. Es más, todos los equipos cuando tienen eso concluyen en una idea de juego, el modelo, que debe ser clara y debe verse en los partidos, más allá de ganar, empatar o perder. Nosotros como no tenemos ese trabajo, tratamos de armar a través de las características de los jugadores que tenemos, con el objetivo de ganar terreno en la manera de interpretar el juego y pensando en los objetivos de cada partido. Dicen que somos defensivos y recibimos en tres partidos seis goles. Hay cosas que no he podido aceptar. Ningún jugador quiere perder, ellos hacen el esfuerzo máximo. Tengo que mantener la confianza, la calma, aceptar y ya está, callarme la boca.
Las metas estaban claras
Debo aceptar críticas cuando son apoyadas en cosas concretas, pero si me ponen lo de cuántos puntos hice y eso, yo digo que a mí me contrataron para clasificar a la final de la Copa y clasificar a los ocho… Yo cumplí con los dos objetivos que me fijaron. Lo que viene después, al entrar a finales, uno quiere ganarlas y para eso se debe estar preparado. Una vez uno está adentro, vuelven y se renuevan las cosas. Ahí se habla: Cómo estamos, técnicas para pelear el campeonato. Vamos a ver qué pasa. Hay que ganarlo. Eso ya lo viví muchas veces.