Halloween 2022, ¿por qué se disfrazan y piden dulces en esta celebración?
La tradición se remontaría a los rituales paganos en la Irlanda de la Edad de Hierro
¿Por qué los niños piden dulces durante Halloween?. Foto: Getty Images / ARTMARIE(Thot)
Este lunes 31 de octubre se lleva a cabo una de las celebraciones más esperadas por los niños y niñas de todo el mundo. El Halloween, o Noche de las Brujas en América Latina, se ha consolidado como una de las fechas más especiales a nivel global, en la que menores y adultos de diferentes partes del mundo se disfrazan de reconocidos personajes o creaturas de pesadillas para pedir dulces en sus ciudades.
La festividad, que se ha afianzado como una de las favoritas de los colombianos, representa una tradición heredada del pueblo celta, que se expandió por la Europa de la Edad de Hierro entre 700 a. C. y 400 d. C., y que le delegó a la civilización de occidente algunos de sus rituales y creencias.
¿Por qué celebramos Halloween?
El festejo del Halloween se remonta a celebraciones paganas en Irlanda, en la que los pueblos paganos celebraban el final del verano. La festividad, que llevaba el nombre de ‘Semhain’, contemplaba que el 31 de octubre las almas de las personas fallecidas regresaban para reencontrase con sus seres queridos.
La tradición pagana le dio vuelta al mundo atreves de la diáspora irlandesa que influenció especialmente la cultura norteamericana. Los migrantes provenientes de la Gran Bretaña popularizaron entre la población de Estados Unidos esta tradición que poco a poco fue alcanzando notoriedad en todo el mundo. La festividad mantuvo su esencia a pesar que fue adoptada de diferentes maneras en las distintas partes del mundo.
¿Por qué los niños y niñas piden dulces en esta festividad?
La tradición de pedir dulces durante el Halloween se remonta a las costumbres de las tribus que vivieron en el centro y occidente de Europa entre el 700 a. C. y 400 d. C., que compartían una misma lengua. Los celtas, como fueron llamados por los escritores, tenían la creencia que las almas de los muertos podrían vengarse si no se les ofrendaba lo que pedían.
La creencia celta fue trasformada en una costumbre durante el 31 de octubre, día en el que los muertos supuestamente regresaban al plano terrenal, en la que los menores salen con sus disfraces a las calles para pedir los dulces como si se tratara de las almas en pena: “dulce o truco” advierten los niños y niñas como si se tratara de los muertos.
