¿Cuáles han sido los perros más importantes para la historia de la ciencia?
Los perros se han destacado por su lealtad y por su nobleza; sin embargo, algunos de ellos han hecho grandes aportes cientificos
El perro es considerado el mejor amigo del hombre, su inquebrantable lealtad y compañía hacen que destaquen del resto de animales. Desde varios siglos los caninos han sido de gran utilidad para las personas, no solo como animales de compañía, sino también por su valioso aporte a la ciencia.
Los perros se ganaron el lugar en el corazón de sus amos por sus expresiones de amor y fidelidad. Pero a lo largo de la historia, varios de estos ejemplares han marcado hitos en la ciencia, y han sido ampliamente reconocidos por sus logros. Desafortunadamente, los perros han pasado por procedimientos invasivos y dolorosos, la codicia de los humanos ha llevado incluso a alterarlos genéticamente para usarlos en hechos tormentosos como la guerra.
La ciencia ha hecho importantes aportes a la sociedad a partir de los perros, la inteligencia de estos animales ha podido lograr que se entrenen como perros guía para personas con discapacidad visual aguda, o como perros de señalización para las personas con problemas graves de audición. Incluso sin estar adiestrados, los perros han demostrado que pueden ayudar a tratar los síntomas de la depresión y la ansiedad de las personas, y por ende ser recomendados por los expertos como perros de apoyo emocional.
Puede ser que para cada uno su perro sea su propio héroe, pero adicionalmente en la historia se han escrito el nombre de algunos de ellos por los eventuales aportes hechos al servicio de la ciencia y de la humanidad. Algunos de ellos son:
Laika: Fue una perrita callejera que se convertiría más tarde en un ejemplar muy famoso. En la década de los 50 Laika fue enviada al espacio, siendo el primer ser vivo en hacerlo. Debido a que era a penas el primer intento en sacar la vida fuera de la atmosfera terrestre, las condiciones cósmicas, hasta entonces inquietantes, trajeron como consecuencia el fallecimiento de la primera cosmonauta canina.
Pero anterior a Laika, Albert, un macaco rhesus, sería el primer animal en tripular un cohete en 1948 con el fin de ir al espacio, sin embargo, murió sofocado antes de atravesar la atmósfera a 63 kilómetros de altura. Por lo que el galardón al primer ser vivo en llegar al espacio y orbitar la Tierra se le concedió a Laika.
Posteriormente, en los años 60, dos perritas, también callejeras, Belka y Strelka, serían las siguientes en ir al espacio, pero con la salvedad de que volvieron con vida y sin mayores afectaciones. Esta misión permitió sentar las bases para que el ser humano llegara al espacio.
Trouve: fue el perro de Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, el perro fue entrenado para responder ante los estímulos del aparato y que así el científico pudiera saber si funcionaba.
Marjorie: Fue el primer ser vivo con diabetes en probar la insulina. Estuvo expuesta a recibir dosis de extracto de páncreas (estado natural de la insulina) y gracias a sus motivadores resultados se pudo desarrollar la medicina en humanos.
Togo y Balto: estos dos perros fueron reconocidos por salvar a la comunidad del pueblo de Nome, en Alaska, de la epidemia de Difteria, gracias a que se encargaron de llevar las vacunas en trineo. Debido a la gravedad sanitaria por la que atravesaba la comunidad, era necesario transportar las vacunas por un sistema de trineos halados por perros. Togo recorrió más de 420 kilómetros, tres cuartos de trayecto, mientras que Balto recorrió algo más de 160, el cuarto faltante. Así las vacunas fueron transportadas y entregadas a las personas. Ambos perros son homenajeados por la ciencia, gracias a su osadía.