Ciencia y medio ambiente

El Jardín Botánico de Marsella, pulmón verde para el municipio

Fue fundado en 1979 con la intención de que, en Marsella, hubiera un espacio destinado para la conservación de la flora y fauna

La concepción de un jardín botánico para el municipio se remonta a 1977, año en el que el lugar era un potrero usado como jardín infantil y que fue adquirido por la Asociación de Juntas de Acción Comunal. En una primera etapa, se inició con la adecuación de espacios y creación de senderos, además de que se empezó con una campaña que vinculaba a la comunidad al invitarlos a donar plantas, lo que hizo que los marselleses se comprometieran con el lugar y lo sintieran como propio.

Julián Zapata, uno de los precursores en cuanto a iniciativas en pro del fortalecimiento del jardín y quien además ha sido director departamental de Jardines Botánicos de Colombia, destaca que, al estar este jardín en una zona urbana, hace que se convierta en un pulmón para todo el municipio. Zapata también destaca que en el lugar no solo se trabaja por proteger la flora y la fauna sino que también, desde su creación, se han adelantado acciones pedagógicas y de concientización para niños, jóvenes y adultos. Muestra de esto es la instalación del parque de la Ciencia y la Tecnología, en el cual se han impartido clases de física al aire libre en las cuales los estudiantes aprenden de manera experiencial.

La extensión del jardín es de 7,6 hectáreas, dentro de las cuales han trabajado especialmente por la conservación del medio ambiente y sus especies. Una de las iniciativas dirigidas por Julián Zapata fue la instalación del Museo de la Cauchera, el cual surge debido a que, en ocasiones, el ambientalista llegó a ver cómo niños le lanzaban piedras con unas caucheras a las aves que tenían cerca, lo que lo llevó a iniciar acciones de concientización con estos menores para que aprendieran sobre el error que cometían. Zapata les cambiaba estas caucheras a los niños por diplomas que resaltaban su aprendizaje sobre el cuidado animal y en donde se les comprometía a que, de ahora en adelante, tendría que cuidar a la naturaleza, siendo además certificados como miembros del ´Club Amigos de las Aves´.

Otro de los programas de educación ambiental, creados en el jardín botánico y liderados por Julián Zapata, es “Laboratorio móvil, amigos de los niños y la naturaleza”, en cual se desplazaba con microscopios y lupas a los colegios para sensibilizar y capacitar a los estudiantes sobre la conservación y protección de los recursos naturales.

A lo largo de la historia del Jardín Botánico se han adelantado múltiples labores de clasificación de las plantas y animales que habitan en el lugar. Además, se han realizado actividades de aviturismo, en las que amantes de las aves visitan el jardín para fotografiar y observarlas en su hábitat natural. Además, gracias al jardín botánico, Marsella ha sido reconocido como el primer Municipio Verde de Colombia.

Se espera que el Jardín Botánico de Marsella siga aportando y educando a la comunidad sobre el cuidado del medio ambiente, pero además que los entes gubernamentales pongan sus ojos en este lugar para que este no quede desprotegido y pueda seguir siendo un referente y orgullo para todos los marselleses.

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