La futbolista afgana que hace una advertencia sobre su país
Khalida Popal ha sido un símbolo de la lucha de las mujeres en Afganistán y se pronunció sobre la situación actual
Khalida Popal nació en Kabul en 1987 y desde niña se interesó por el fútbol. Su mamá era profesora de educación física y la ayudó a conformar equipos femeninos. Khalida sufrió bullying, críticas, discriminación y persecución de una sociedad conservadora para la que el deporte es cosa de hombres.
En 2007 logró conformar la primera selección femenina de Afganistán y disputaron partidos amistosos ante Nepal, Pakistán y Maldivas. Sin embargo, todo se volvió una pesadilla cuando descrubrió que Keramuddin Keram, presidente de la Federación Afgana de Fútbol tenía una habitación secreta en su oficina donde abusaba y violaba a jóvenes futbolistas.
Las amenazas a Khalida se volvieron cada vez más fuertes y en 2011 huyó a la India. Posteriormente, pidió asilo en Dinamarca y tras jugar en un equipo de ese país se retiró por una lesión. Su lucha la hizo crear su propia fundación, Girl Power, donde trabaja con mujeres, minorías y personas de la comunidad LGTBI.
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"El gobierno de Afganistán se rindió. Activistas por los derechos de las mujeres y nuestras jugadoras de fútbol han estado luchando contra el grupo que ahora lidera el país. Las mujeres activistas y nuestras jugadoras necesitan protección más que nunca. Sus vidas corren gran peligro", escribió Khalida Popal en sus redes sociales.
Los talibanes tomaron el control de Afganistán y se ha visto impactantes imágenes de como algunas personas intentar huir del país. Además, la imposición de la sharía limitaría los derechos de las mujeres ya que esta ley islámica define las conductas y la moral del país.