Castillo asumió como presidente de Perú con lucha COVID como prioridad
El dirigente de izquierda negó que vaya a llevar a cabo expropiaciones y prometió el respeto de la propiedad privada.
En el Congreso del Perú tomó juramento Pedro Castillo como nuevo presidente de ese país desde este 28 de julio hasta el año 2026, recordando que llega después de una verdadera lucha democrática y con la intención de poner a su nación primero.
El nuevo mandatario empezó su discurso asegurando que son una cuna de una civilización de más de 5.000 años y que las influencias extranjeras han generado problemas, esclavitud, violencia y precariedad que él siente y está dispuesto a trabajar para mejorarlos. "El orgullo y el dolor del Perú profundo corre por mis venas", expresó Castillo.
Durante la internvención afirmó que "la primera gran tarea es continuar la lucha contra el COVID-19, construyendo sobre lo avanzado y escuchando a la ciencia". Por eso mencionó que la prioridad será la salud física y mental, priorizando la atención primaria, mejorando la capacidad de atención y creando más de 5.000 equipos comunitarios.
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Pedro Castillo explicó su programa económico negando que esté pensando en hacer expropiaciones y prometiendo que va a respetar la propiedad privada.
"Queremos construir un país más justo y comprometido con distribución equitativa de bienestar y de riqueza. No haremos nada de eso (expropiaciones) porque queremos que la economía mantenga orden y predictibilidad, lo que queremos es que se acaben los abusos y los monopolios", manifestó Castillo.
En ese sentido también afirmó que habrá promoción de la inversión extranjera, que considera que lleva tecnología, pero manifestó que los proyectos que se hagan en Perú deben tener inversión y beneficios sociales.
Castillo anunció subsidios para los ciudadanos afectados por la pandemia y agregó que van a facilitar la reprogramación deudas de las medianas y pequeñas empresas afectadas por la pandemia.
Además en cuanto al control social manifestó que los delincuentes extranjeros tendrán 72 horas para salir del país, mientras que los jóvenes que no estudian nin trabajan irán al servicijo militar obligatorio.