“No hay nuevas erupciones volcánicas en el país”: Gobierno del Congo
Las autoridades congoleño desmintió los anuncios de que un segundo volcán había hecho erupción cerca de la capital.
El anuncio de la erupción de un segundo volcán hoy en el este de la República Democrática del Congo (RDC) ha sido desmentido por las autoridades al señalar que se trata de una "falsa alarma" tras sobrevolarse con un avión el volcán.
"Un avión acaba de sobrevolar toda la zona de los flancos de este volcán. No se observó ninguna erupción", declaró en su cuenta de Twitter el Ministerio de Comunicación congoleño.
"Más bien, había una intensa actividad de carbón, cuyo humo se percibía como actividad volcánica", agregó. Contactado por Efe, Kasereka Mahinda, director científico del Observatorio Vulcanológico de Goma, ha indicado que la información es falsa.
"Estamos sobre el terreno y seguimos la situación minuto a minuto. Es falso. No hay erupción en el volcán Nyamulagira", dijo Mahinda.
Por su parte, el portavoz del gobernador militar del Kivu del Norte, Njike Kaiko Guillaume, declaró a Efe por teléfono que no había sido informado sobre la erupción de ese volcán.
Esta mañana, el portavoz del Gobierno congoleño, Patrick Muyaya, indicó que se había reportado "una erupción volcánica de baja intensidad en el flanco norte del Nyamulagira".
El Nyamulagira es el volcán más activo del continente africano y se encuentra a una decena de kilómetros del Nyiaragongo, que entró en erupción el pasado 22 de mayo y afectó a Goma, capital de Kivu del norte, a más de 10 kilómetros del volcán.
La erupción del Nyiaragongo provocó la muerte de al menos 32 personas y, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), destruyó más de 900 casas, entre otros daños materiales.
La situación volvió a la calma el día 24, pero tres días más tarde las autoridades ordenaron la evacuación de diez de los 18 barrios que componen Goma ante el temor de una nueva erupción por la persistencia de movimientos sísmicos y la presencia de magma bajo tierra en áreas de la urbe y debajo del lago Kivu.
En torno a 400.000 personas abandonaron la ciudad y se dirigieron hacia territorio de Sake, la provincia vecina de Kivu del Sur y Ruanda, pero otras decidieron quedarse o han decidido regresar ya, según indicó el último informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
"Las sacudidas sísmicas continúan, pero son menos frecuentes y menos intensas, especialmente durante la noche", señaló este viernes la OCHA.