Militar preso por abusar de menores estaría recibiendo privilegios
Se trata de un sargento retirado del Ejército. La madre de las víctimas habló en exclusiva con Caracol Radio.
Jaime Alberto Madrid Osorio está recluido en la cárcel militar del batallón Pedro Nel Ospina del municipio de Bello, Antioquia, por presuntamente abusar sexualmente de sus tres hijastras menores de edad durante varios años, cuando prestaba servicio en el Ejército Nacional como sargento primero.
Según las denuncias y audios que conoció Caracol Radio, Madrid estaría gozando de ciertos privilegios como acceso a un teléfono celular, visitas conyugales y habría organizado diferentes eventos sociales en el batallón, el mismo en donde trabaja Hary Sahian García, madre de las víctimas y su ex esposa.
“Me siento revictimizada. Esta persona nos hizo mucho daño. Podría estar preso en cualquier otro sitio, pero no. ¿Por qué está en la cárcel del batallón en donde yo trabajo?”, reclamó Hary, quien decidió romper su silencio y hablar en Caracol Radio para exigir justicia, celeridad en el proceso penal y el traslado inmediato de Jaime Madrid a otro centro penitenciario.
‘Años de abusos, amenazas y terror’
Hary, de 43 años y desplazada por la violencia del municipio de San Rafael, se casó con Jaime en 2006 cuando ya tenía a sus tres hijas: Fernanda, Ximena e Isabel. Del matrimonio con el militar concibió a su cuarto hijo, quien hoy tiene 14 años.
“Me maltrataba física y psicológicamente. Me hacía sentir como una persona inútil y criticaba mi cuerpo. Con mis hijas era muy celoso y temperamental. Les alejaba las amistades, tomaba sus celulares para conocer información personal y golpeaba a sus novios”, contó Hary.
En marzo de 2019, una de sus hijas, Ximena, intentó quitarse la vida al tomarse varios medicamentos que la dejaron inconsciente en la sala de su casa. “En el hospital Marco Fidel Suárez de Bello, en un principio, se resistió a contarme por qué lo había hecho por temor de que me mataran. Pero cuando insistí, me dijo que Jaime abusaba de ella”, manifestó Hary con una voz entrecortada.
Justo cuando Hary regresaba a su casa, devastada por la confesión de Ximena, sus otras dos hijas, Maira e Isabel, también le narraron los vejámenes sexuales a las que fueron sometidas durante años por Jaime Madrid y por qué guardaron silencio por tanto tiempo.
De acuerdo a la noticia criminal de la denuncia interpuesta en la sede de Copacabana de la Fiscalía General, el entonces sargento del Ejército amenazaba a las menores de edad con matar a su mamá o lastimar a su hermano pequeño si hablaban sobre los abusos y tocamientos indebidos en sus partes íntimas o si no accedían a sus perversos deseos sexuales.
Según Hary, los abusos comenzaron cuando Fernanda y Ximena tenían apenas 11 y 7 años, respectivamente. En las noches, el militar habría manipulado la chapa de la habitación con el fin de manosear a las menores, y con Isabel, quien también intentó quitarse la vida, Jaime Madrid aprovechó que estaba fracturada en uno de sus brazos para presuntamente violarla sexualmente cuando tenía 10 años.
Proceso penal, a paso lento
Por orden del juez 2º Penal Municipal en función de Garantías de Bello, Jaime Madrid se encuentra en detención intramural desde septiembre del 2019 en la Cárcel y Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad para miembros de la Fuerza Pública, por los presuntos delitos de actos sexuales abusivos con menor de 14 años estando en servicio activo.
En julio de 2020, el Comando del Ejército Nacional, por su parte, lo retiró de la institución por la causal de llamamiento a calificar servicios en el grado de sargento primero.
Sobre los presuntos beneficios que estaría recibiendo Jaime Madrid en la cárcel del batallón Pedro Nel Ospina en Bello, el comandante del Ejército, el general Eduardo Zapateiro, ordenó una investigación disciplina interna, “con el fin de escuchar a los quejosos para que aporten las pruebas que tengan en su poder, y tomar las decisiones que en derecho haya lugar”, dijo en su cuenta de Twitter.
Entre tanto, Hary teme que por hacer pública su denuncia sea despedida del batallón, en donde es la encargada de preparar los alimentos a los soldados, o tenga alguna retaliación en su contra. Incluso, cuando inició el proceso penal y disciplinario contra Jaime Madrid, fue amenazada de muerte.
“Un desconocido que se movilizaba en una moto sin placas me llamó por mi nombre, me mostró un arma de fuego y dijo: “Siga hablando y mire lo que le va a pasar”. En ese momento Jaime estaba recién detenido, ¿qué más va a pensar uno?”, denunció Hary.
En junio de este año reinician las audiencias del juicio contra Jaime Madrid. “No buscamos fama o desprestigiar a la Institución. Lo hacemos porque somos víctimas y queremos justicia. Las mujeres estamos cansadas de vernos agredidas y tener que callarnos”, concluyó.
Caracol Radio conoció que la Dirección de Asuntos Disciplinarios y Administrativos del Ejército, en el 2020 se habrían cometido 13 casos de abuso sexual en los que estarían implicados 23 integrantes de la Institución, entre soldados profesionales, cabos y sargentos.
Se cometieron principalmente en Antioquia, Meta, Risaralda, Nariño, Tolima, Putumayo, Boyacá y Casanare. La mayoría hacen parte de la cifra global de 118 casos cometidos entre el año 2016 y el primero de julio de 2020.
En materia penal, se conoce por la Dirección de Asuntos Disciplinarios y Administrativos del Ejército que, en ese periodo, 46 militares han sido condenados (4 condenas en primera instancia y en apelación) y 22 decisiones de archivo o fallos absolutorios, en investigaciones por presuntos abusos sexuales, proseguida por despachos judiciales.
La vida sigue
Actualmente Ximena tiene 20 años e Isabel 17. Ambas buscaron salir del sufrimiento que les causaba su padrastro a través del suicidio. Junto a Fernanda, su hermana mayor de 25 años, pasaron noches sin dormir atemorizadas porque podría entrar Jaime Madrid a su habitación para abusarlas, días en que el silencio y las amenazas frenaban los llamados de auxilio.
Ahora solo esperan la máxima condena para su padrastro y su traslado inmediato a otro centro penitenciario. Mientras tanto, juntas, con su mamá Hary y su hermanito de 14 años, están reconstruyendo su vida poco a poco.
Fernanda se graduó con honores y distinciones meritorias de la Universidad de Antioquia a mediados de abril del 2021, en una ceremonia virtual, como filóloga hispanista. Ximena está en séptimo semestre de Antropología en la misma institución educativa. Isabel está a punto de ser bachiller y quiere ser ingeniera de sistemas.
Ahora Hary sólo piensa en impulsar a sus hijos al éxito. “Espero que la justicia actúe de manera transparente y seguir con la fuerza que he tenido hasta al momento para sacar a mis hijos con sus carreras y cerrar este capítulo. Por eso, abro este espacio a todas las mujeres víctimas de violencia sexual e intrafamiliar del país, con el fin de que NO crean que la única solución es callar”, dijo.