Karim Khan, nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional
Con 72 votos de los 122 emitidos en una segunda votación, Khan resultó elegido frente a otros tres candidatos
Los países miembros de la Corte Penal Internacional (CPI) eligieron el viernes a un abogado británico de 50 años, Karim Khan, como el nuevo fiscal general, un cargo de mucha exposición que a la saliente titular le valió sanciones de Estados Unidos.
Con 72 votos de los 122 emitidos en una segunda votación, Khan resultó elegido frente a otros tres candidatos: el español Carlos Castresana, el irlandés Fergal Gaynor y el italiano Francesco Lo Voi. El mandato del fiscal es de nueve años.
Especialista en derechos humanos, este abogado dirigió recientemente una investigación especial de la ONU sobre los crímenes del grupo Estado Islámico. Durante este proceso, apeló a juicios similares a los que fueron sometidos los líderes nazis en Nuremberg.
Khan remplazará el 16 de junio a la fiscal general saliente, la gambiana Fatou Bensouda, quien ha dirigido investigaciones controvertidas, en particular sobre el conflicto palestino-israelí y Afganistán.
El fiscal electo se ha desempeñado como abogado defensor en numerosos casos de la CPI, incluido el de Seif al Islam, hijo del exlíder libio Muamar Gadafi.
Primero esgrimió sus armas en derecho internacional en el antiguo Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, donde se desempeñó como asesor legal de la fiscalía.
Luego pasó a la defensa y representó al vicepresidente de Kenia, William Ruto, ante la CPI.
También fue abogado defensor del expresidente liberiano Charles Taylor ante un tribunal especial para Sierra Leona y abogado del Tribunal Especial para el Líbano con sede en La Haya, creado para llevar ante la justicia a los asesinos del ex primer ministro libanés Rafic Hariri en 2005.
La CPI, con sede en La Haya, tiene un total de 123 miembros de los 193 que integran las Naciones Unidas.
Este será el tercer fiscal de la Corte desde que fue creada en 2002. Tendrá que encarar expedientes kilométricos y casos complejos en un tribunal cuya legitimidad se pone en duda constantemente.