Orden Público

Ejército Nacional Colombia

La muerte de dos jóvenes que obligó a reforzar la doctrina militar

Joselino y Emerson murieron al recibir el disparo de un soldado en el Huila. El Ejército ordenó un reentrenamiento en el uso de las armas y DD.HH.

El 15 de noviembre del 2020 una bala disparada por un soldado del Ejército Nacional le quitó la vida a dos jóvenes campesinos de 14 y 16 años de edad, durante unos operativos de control sobre las medidas sanitarias tomadas por el Covid-19 en la vereda El Palmar, municipio de San Agustín (Huila).

La muerte de los menores de edad hizo que el Ejército Nacional iniciara un reentrenamiento en los batallones de instrucción en el manejo de las armas, especialmente en el marco de los Derechos Humanos, para evitar que estos casos se repitan en el país.

La amistad de Joselino y Emerson

Joselino Irua Delgado estudió hasta quinto de primaria. Al no tener recursos para seguir estudiando, decidió dedicarse al campo y apoyar a su mamá en las labores de la casa. Cristina, su hermana mayor de 22 años, manifestó que el joven de 14 años era considerado como uno de los mejores recolectores de uchuva en El Cascajal, una vereda de San Agustín.

“Para mi mamá, Joselino era el hombre de la casa, uno de los consentidos, que asumió las labores de papá a muy temprana edad, empezando a trabajar en el campo para llevar el mercado a la casa”, aseguró.

Una vereda más abajo, en El Jabón, vivía uno de sus mejores amigos, Emerson Alejandro Dussan Puentes, de 16 años de edad. Al igual que Joselino, no continúo con sus estudios y también trabajó en el campo, a recolectar uchuva, café y otros productos agrícolas que nacen de la tierra huilense.

“Él quería seguir estudiando. En tiempos de pandemia, le enviaban las tareas a la casa y las hacía juicioso los sábados. Era un muchacho muy aplicado, tenía una voluntad inmensa de trabajar y de ayudar a sus padres”, contó a Caracol Radio su tío y padrino, Isidro Puentes.

Los papás de Emerson cumplieron con uno de sus sueños y le compraron su motocicleta. Ellos colocaron una parte del dinero y, como buen padrino, Isidro completó el pago con un millón de pesos.

“Llegaron como locos”

En la noche del 15 de noviembre del 2020, en esa misma moto, que había sido comprada apenas dos días antes, Emerson y Joselino hicieron su último viaje juntos, cuando un soldado accionó su arma de dotación contra ellos, cuando al parecer omitieron una orden de parar el vehículo.

En la vereda Palmar, donde ocurrieron estos hechos, un grupo de personas se encontraba en una discoteca que, al parecer, en reiteradas ocasiones, no estaba acatando las medidas de bioseguridad contra el Covid-19. Casualmente, los dos jóvenes se encontraban en el lugar.

Dice Cristina que la Policía varias veces había impuesto comparendos y hasta inmovilizado motos por no acatar las normas sanitarias, pero ante la reiterada desobediencia, esa noche el Ejército apoyó esos operativos. “Llegaron como locos, apuntando con sus armas a todo mundo. ¿Usted no cree que mi hermano se asustó? Pues claro, cualquiera huye”, contó.

Isidro, por su parte, denunció que los jóvenes permanecieron mucho tiempo tirados en el suelo sin recibir atención médica oportuna. “Alcancé a ver el cuerpo de mi sobrino y estaba muy golpeado. Los testigos me contaron que a los jóvenes los dejaron mucho tiempo en el suelo y se demoraron en trasladarlos a un centro médico”, relató.

El reentrenamiento del Ejército

Al finalizar un Consejo de Seguridad, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y el comandante del Ejército Nacional, el General Eduardo Zapateiro, lamentaron lo sucedido, enviaron sus condolencias a las familias y anunciaron un reentrenamiento especial en todos los batallones de instrucción para fortalecer las tareas de control territorial, empleo y uso de las armas en el marco de los derechos humanos.

Caracol Radio habló con el comandante del Comando de Educación y Doctrina, el Mayor General Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, quien explicó que el proceso de elaboración de las cartillas de la doctrina militar está acompañado por organizaciones internacionales de Derechos Humanos, como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el manejo de las armas y puestos de control en las vías.

Enfatizó que este año continuará el proceso de formación y doctrina en los 26 batallones de instrucción, haciendo énfasis y un refuerzo en el uso de las armas en el apoyo que presta el Ejército a la Policía Nacional. De esta manera, según dijo el general Rodríguez, se busca garantizar que estos casos no vuelvan a ocurrir.

"Hay que continuar con el fortalecimiento en el entrenamiento. Todos los soldados, regulares y profesionales, deben tener una formación que dura 14 días en cada semestre. Deben cruzar por la pista de puesto de control y uso correcto de la fuerza", reiteró el general Rodríguez.

¿En qué va el proceso?

Desde esa noche del 15 de noviembre, el soldado implicado en los hechos fue separado de sus funciones y puesto a disposición de las autoridades judiciales. Caracol Radio pudo establecer que, en audiencias preliminares, la Fiscalía le imputó cargos por homicidio agravado y se le impuso medida de aseguramiento, que cumple en una guarnición militar de Pitalito, Huila.

Después de casi dos meses, las investigaciones, a cargo de la Fiscalía Seccional 25 del Huila, están paralizadas. Se espera que este año se avance en el proceso disciplinario y penal contra el uniformado.

NOTA: Las fotografías del menor Joselino Irua, fueron autorizadas para usarlas por parte de su hermana mayor, Cristina Irua, de 22 años de edad.

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