El pan es un alimento imprescindible en los hogares. Según la encuesta sobre <strong>"Hábitos y consumo de pan en España"</strong> realizada por Simple Lógica, nueve de cada diez personas comen pan a diario.El problema que tienen los <a title="Consumo" href="https://caracol.com.co/tag/consumo/a/"><strong>consumidores</strong></a> de este producto es que pueden observar cómo comienza a perder poco a poco sus propiedades nada más hornearse. De hecho, a través de un proceso que recibe el nombre de <strong>retrogradación del almidón</strong> el pan comienza a perder su humedad.Hay diferentes técnicas y métodos que se pueden poner en práctica para conservar el pan y <strong>recuperar el que se ha puesto duro</strong>.<strong><br /></strong>Es la mejor manera de conservarlo por más tiempo. Si se congela vamos a poder seguir disfrutando de un pan crujiente y esponjoso. La congelación ralentiza el proceso de envejecimiento. Por tanto, debemos colocar el pan en una <strong>bolsa con cierre hermético,</strong> sacando la mayor cantidad de aire posible de ella, y meterlo en el congelador. Se puede <strong>congelar durante dos o tres meses perfectamente</strong>.El pan refrigerado en la nevera puede perder sus propiedades <strong>hasta seis veces más rápido</strong> que si se conserva en una panera.Una panera especial para guardar el pan crea un ambiente que equilibra la humedad y la circulación del aire. Las paneras grandes son más recomendables, ya que así se permite una mayor circulación de aire. Las mejores son las <strong>paneras de cerámica,</strong> pero también las hay de otros materiales.Para almacenar el pan en la panera, nada mejor que hacerlo en una bolsa de plástico o en papel de aluminio. Ambos materiales harán que el pan no se deteriore tanto.Este método es el más rápido para ablandar el pan y proporciona los efectos más duraderos. Lo único que hay que hacer es humedecer un paño de cocina en agua fría para cubrir el pan duro. Una vez envuelto, se trata de <strong>exprimir el paño</strong> para sacar toda la cantidad de agua posible.A continuación, se mete el pan en el microondas <strong>durante unos 10-20 segundos</strong> a una temperatura alta. Pasado este tiempo, se saca el pan y se comprueba si se ha logrado ablandar lo suficiente. Si no es así, se repite metiendo de nuevo el pan en el microondas.El método del horno tarda más en ablandar el pan que el microondas, pero también resulta muy efectivo. En este caso, precalentamos el horno a 150 grados celsius. Cortamos un trozo de papel de aluminio y cubrimos el pan con él. Colocamos el pan envuelto en el <strong>horno durante unos 5-20 minutos</strong> (el tiempo dependerá del volumen de pan).Pasado este tiempo, sacamos el <strong>pan del horno</strong> y dejamos que se enfríe dentro del papel de aluminio. Es muy importante que se enfríe aún envuelto para que, a medida que se enfríe, no libere la humedad restante como vapor. Una vez listo, se sirve y se come.Metemos un tallo de apio dentro de la bolsa de pan y sellamos la bolsa. Colocamos esta en la nevera y la dejamos <strong>reposar durante varias horas,</strong> preferiblemente toda la noche. Tras este tiempo, se retira el apio de la bolsa y ya debería estar listo para consumir.