Países de la UE se abren a endurecer las normas sobre calidad del aire
Identifican como principales fuentes de contaminación el transporte, el sector comercial, institucional, doméstico y la calefacción residencial
Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) señalaron que están dispuestos a abrir un debate para que la Comisión Europea (CE) endurezca las normas de calidad del aire en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los ministros de Medioambiente de los países de la UE, reunidos en un consejo en Bruselas, aprobaron unas conclusiones en las que manifiestan su “preocupación” por el hecho de que “en muchos Estados miembros todavía no se cumplen las normas de calidad del aire por lo que respecta a algunos contaminantes y que es necesario actuar a todos los niveles tan pronto como sea posible”.
El Ejecutivo comunitario mantiene abiertos procedimientos de infracción contra varios países de la UE, entre ellos España, por superar los límites de contaminación atmosférica, un fenómeno que provoca más de 400.000 muertes prematuras al año, según datos de la Comisión Europea.
En el texto aprobado, más suave que el borrador que llegó a la reunión, las capitales celebran que la Comisión tenga la intención de revisar las normas de calidad atmosférica “incluyendo un posible alineamiento de los estándares de la UE con las directrices de la OMS”.
Los Estados miembros reclaman a Bruselas, en particular, que revise la normativa actual en lo que respecta “al ozono, a la luz de la evaluación de los distintos factores que influyen en los niveles de ozono, como las circunstancias geográficas y climatológicas”.
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Los países identifican como principales fuentes de contaminación atmosférica en la UE el transporte, el sector comercial, institucional y doméstico, incluida la calefacción residencial; la producción y distribución de energía; el consumo de energía en la industria, los procesos industriales y la utilización de productos; la agricultura y los residuos.
Piden un “enfoque integrado que garantice su coherencia, evaluada periódicamente” en las futuras políticas comunitarias.