Contraloría destapa inexplicables sobrecostos en medicamentos
La Contraloría General abrió un proceso de responsabilidad Fiscal por irregularidades en la distribución de Vimizim, medicamento de alto costo.
La Contraloría ha comenzado a destapar una serie de carteles que trafican con costosos medicamentos y cuya acción involucra a reconocidas empresas de la salud.
Caracol Radio tuvo acceso a los detalles de la investigación, los implicados y a la manera en que se desarrollaban las acciones fraudulentas.
El grueso de este oscuro negocio se hace en el terreno de las llamadas enfermedades huérfanas, es decir, “aquellas crónicamente debilitantes, graves, generalmente de causa desconocida, que amenaza la vida, con una prevalencia menor de una por cada 5.000 personas”.
Enfermedades cuyos pacientes requieren de medicamentos de alto costo. El caso del que parte la acción de la Contraloría es una denuncia alrededor del tratamiento y medicación del Síndrome de Morquio Tipo A.
Se trata de una enfermedad hereditaria del metabolismo en el cual el cuerpo carece de suficiente cantidad de cierta sustancia necesaria para descomponer cadenas largas de moléculas de azúcar.
Esto genera un desarrollo anormal de huesos (incluyendo la columna vertebral), tórax en forma de campana con las costillas ensanchadas en la parte inferior y deformidades faciales.
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El promedio mundial de pacientes con esta dolencia es de un paciente por cada 250.000 personas La tasa colombiana, de acuerdo los datos que deja la investigación de la Contraloría, presenta sospechosas elevaciones: en 2016 se registraron 27 pacientes en el país, mientras que un año después, en 2017, el registro subió a 75.
Según la Contraloría, se trata de “una cantidad de pacientes que está muy por encima de las tasas de pacientes registrados a nivel mundial”.
ASÍ FUNCIONA EL FRAUDE
El tratamiento del Síndrome de Morquio se hace con un medicamento llamado Vimizim (nombre comercial de elosulfasa alfa). Su precio no está regulado.
La Contraloría General abrió un proceso de responsabilidad Fiscal por irregularidades en la distribución de Vimizim, medicamento de alto costo.Es una de las cadenas alrededor de varias de las 2.198 enfermedades huérfanas en Colombia.
Biomarin, el laboratorio de los Estados Unidos que lo fabrica, tiene un solo precio para los importadores colombianos.
El valor de un frasco de 5 ml. es $2.592.217, lo que se traduce en un incremento del 516% en el valor recobrado, para un total de más de 49 mil millones de pesos solo en 2017.
Las cifras comparativas de las entidades que más recobran llamaron fuertemente la atención de los investigadores de la Contraloría.
En 2016, Medicarte hizo 131 recobros, mientras que un año después hizo 429. De un año a otro, Audifarma pasó de 14 recobros a 311 y la Cooperativa Epsifarma saltó de sólo 8 recobros a 82 en el año siguiente.
Especial atención se ha puesto en el Grupo Ospedale S.A, que lidera las negociaciones con aseguradoras para prestar el servicio de una red de Clínicas y Hospitales que, según la Contraloría “está cartelizada en cuanto al portafolio de venta de productos y de servicios”.
Su objeto social es la importación, distribución y entrega de medicamentos de alto costo para las IPS que conforman su propia red.“Esto permite la estructuración de actividades que contravienen la normatividad vigente”.
Según la investigación que conoció Caracol Radio, estas actividades incluyen autoprescripción, automedicación, control de precios de transferencia y prácticas anticompetitivas desde su red de prestadores.
La vulneración del mercado se hace con conductas como demanda inducida, acuerdos de precio, constreñimiento médico y prácticas monopolísticas.
POSIBLE CARTELIZACIÓN
La Contraloría asegura que hay una posible existencia de cartelización, “además de otras prácticas restrictivas del mercado, ejecutadas de manera sistemática, en cabeza de Mauricio Vélez Cadavid (accionista, directivo o miembro de junta), de un grupo de sociedades involucradas, entre ellas Nueva Clínica Sagrado Corazón, Clínica Antioquia, Inversiones Oportunas, Industrias Médicas Sampedro y Medicarte.
El tratamiento neto de un paciente en Colombia, según Biomarin, cuesta en Colombia 1.200 millones al año, lo que da una idea de las ganancias que se obtienen al prescribir drogas a pacientes que no lo necesitan o a enfermos inexistentes.
PRINCIPALES AUTORES INVOLUCRADOS
Audifarma: Distribuidor exclusivo de Vimizim (además, dentro de su holding de empresas, también tienen IPS).
Medicarte: IPS especializada en aplicar medicamentos de alto costo, incluido el Vimizim, que, además, distribuye.
Laboratorio de la Universidad de los Andes: Se encarga de hacer el diagnóstico que confirma el Síndrome de Morquio, gracias a un examen de leucocitos. La investigación involucra, además, a numerosas IPS, EPSD, entes territoriales, médicos genetistas que prescriben y fundaciones de pacientes.
CÓMO OPERA LA CADENA
El medicamento es fabricado y traído a Colombia por el laboratorio Biomarin, que firmó un contrato con la Fundación ASÍ Colombia, encargada de reclutar personas con la enfermedad.
Los distribuidores del medicamento, Audifarma y Medicarte, son convenientemente dueños de varias IPS que diagnostican, prescriben y aplican el medicamento.
El laboratorio de la Universidad de los Andes, a su vez, es la única entidad que realiza el diagnóstico que confirma, como se ha dicho, la enfermedad “y podría decirse que está por fuera de la cadena, pero dentro de la investigación, se pudo confirmar, que el laboratorio Biomarin, le hizo una donación”.
La Contraloría está tras la pista de situaciones similares, con otras enfermedades y medicamentos, que se revelarán en los próximos meses.