Política

Luis Carlos Galán

Luis Carlos Galán Sarmiento, el líder que no dejaron ser

El asesinato del líder liberal, cometido hace 30 años todavía es una asignatura pendiente de la justicia colombiana.

Luis Carlos Galán Sarmiento

Luis Carlos Galán Sarmiento / Archivo

En plena campaña por la Presidencia y en medio de una multitud que aguardaba por su discurso, el 18 de agosto de 1989 fue asesinado Luis Carlos Galán Sarmiento, el dirigente político más destacado del momento y quien se perfilaba como uno de los más grandes en la historia de Colombia.

Galán Sarmiento nació en Bucaramanga el 29 de septiembre de 1943, fue abogado y economista egresado de la Universidad Javeriana, y en medio de sus estudios fundó la revista universitaria Vértice, su primer romance con el periodismo, experiencia que marcaría su futuro.

En 1965 Eduardo Santos, padrino de matrimonio de sus padres, lo invitó a escribir para El Tiempo, allí se probó exitosamente como reportero, director de la sección económica, redactor de "Temas y Nombres", comentarista, editorialista y miembro de la junta directiva. Su crónica más recordada apareció en varias entregas “Yo fui secuestrado a Cuba” narra cómo vivió el secuestro de un avión cuando efectuaba el vuelo Bucaramanga-Bogotá, el 23 de agosto de 1969, Galán relató sus experiencias, que aún son consideradas como ejemplares en el género.

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Sin embargo, pocos años después Galán saltó de la sala de redacción al gabinete presidencial, con 27 años se posesionó como ministro de Educación de Misael Pastrana, fue el más joven de Colombia, de allí fue enviado como embajador en Roma y en 1978 llegó por primera vez al Senado.

Dedicado de lleno a la vida política fundó el Nuevo Liberalismo en 1979, como una fuerza disidente del Partido Liberal Colombiano y con 28.000 votos en Bogotá, consiguió dos escaños en el cabildo distrital. El movimiento político tuvo su primera reunión en el recordado “Salón Rojo” del Hotel Tequendama lugar que contempló buena parte de la historia política del país y donde fue proclamado como candidato único del liberalismo.

Uno de sus mayores retos fue enfrentarse al narcotráfico, pues además de tener influencia en las esferas políticas y de poder, se convirtió en uno de los mayores críticos del narcotráfico y por lo tanto uno de los principales blancos de la violencia.

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En 1989, uno de los años más violentos de nuestra historia reciente, Luis Carlos Galán se convirtió en el más firme aspirante a la presencia de la República, las consultas populares lo daban como ganador por una amplia diferencia y su cruzada contra el narcotráfico, sería una de sus máximas virtudes políticas.

El día de su muerte, Galán había expedido una declaración condenando los asesinatos del Magistrado Carlos Ernesto Valencia y del Coronel Valdemar Franklin Quintero, este último perpetrado ese mismo día, en la mañana.

Y mientras se dirigía al público en una tarima de madera, Galán Fue asesinado por dos sicarios en la plaza central de Soacha, el candidato contaba con el respaldo de la mayoría de los colombianos y entre voces estaba asegurado que sería el próximo Presidente de la República.

El asesinato del líder liberal, cometido hace 30 años, todavía es una asignatura pendiente de la justicia colombiana. Fue atribuido a una oscura alianza del cartel de las drogas Medellín, dirigido por el capo Pablo Escobar, con algunos sectores políticos y agentes estatales contrarios a su cruzada por la ética en la política y en el servicio público.

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