La ruta de los militares hacia la paz

Seguramente se han tragado más de un sapo, pero hoy las Fuerzas Militares y de Policía tienen claro que unirse al posconflicto y aceptar la paz, es parte de una ruta por donde debían transitar tarde o temprano. Dos años atrás, tímidamente, empezaron a cambiar su lenguaje. Introdujeron términos como postconflicto y fuerzas armadas del futuro. Transformaron su mente. Asumieron tímidamente el reto de acercarse a la paz.

Pisaron las puertas de la modernidad, aceptaron que debían transformarse y visibilizaron las nuevas amenazas: un Eln rearmado, fuerte, haciéndose sentir que amenaza con devorar a las Farc (según la Fundación Paz y Reconciliación) y bandas criminales que pretenden ocupar los espacios y rutas de narcotráfico de la guerrilla.

El general Alberto José Mejía, comandante del Ejército, ha sido el oficial que más se ha referido al tema. Ya seleccionó a diez mil de sus mejores hombres para proteger las 31 zonas en las que se concentrará las Farc –después de la firma final de paz- y desminar territorios.

Son hombres entrenados en operaciones militares, que han pasado por especialistas en psicología, psiquiatría, y ninguno ha sido víctima o familiar de un afectado por la guerrilla. Los militares de cada batallón vigilarán su zona y trabajarán no solo militarmente, sino con la ONU y la Cruz Roja Internacional.

“Nuestra inteligencia tiene la responsabilidad de proveer conocimiento de fuentes humanas, medios técnicos, imágenes de las regiones en 31 batallones móviles que cuidarán los sitios de concentración de las Farc”, dijo el general Mejía, quien tiene claro que sus militares harán parte de los primeros anillos de seguridad que vigilarán las zonas campamentarias donde las Farc entregarán sus armas y se adaptarán a la vida civil.

Mejía- tres semanas atrás- empezó a blindar a los guerrilleros que viajaron desde La Habana hasta Colombia y visitaron las zonas campamentarias. Él –quien ha combatido la guerrilla durante más de 20 años- coordinó a 4.000 de sus hombres que desde batallones de distintas regiones del país blindaron a la guerrilla.

Este miércoles, el General se emocionó. Y desde la Escuela de Cadetes José María Córdoba dijo “que para nosotros no es una humillación, es un honor porque quien cuidará a las Farc es quién ganó la guerra. Quien las cuida es quien queda con las armas, quien las cuida viste los uniformes de la República".

El director de la Policía general Jorge Hernando Nieto ha sido más prudente y corto de palabras frente al posconflicto. Escasamente ha informado que dos mil de sus hombres se alistan para viajar a las zonas campamentarias, además de su apoyo a la paz.

El general Carlos Eduardo Bueno, comandante de la Fuerza Aérea Colombia, tiene listos 70 de sus hombres para monitorear y verificar las zonas de concentración. “Seguiremos volando el país como lo ordena nuestra Constitución, pero en las áreas de concentración lo haremos por encima de los 5.000 pies de altura”, precisó el oficial. El personal se capacita en la ONU.

Mientras el comandante de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez trinó en su cuenta de Twitter que sus hombres están listos para el fin del conflicto, el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas dejó presupuestado $29 billones para el orden público en Colombia el año que viene, un billón más que este año porque el Gobierno tiene claro que aunque se firmará la paz con las Farc, el Eln y las bandas criminales siguen vivitos y coleando.