Orden Público

Un ‘rebelde’ egipcio y su paso por Colombia

Un ‘rebelde’ egipcio y su paso por Colombia

Un ‘rebelde’ egipcio y su paso por Colombia(Caracol Radio)

Todo comenzó hace cinco años en Egipto, para ese entonces los ojos del mundo estaban puestos en este país por cuenta del desarrollo de las revoluciones en el marco de la Primavera Árabe, en ese entonces Sherif Loutfi se encontraba en la sala de su casa junto con un grupo de amigos, viendo televisión y ondeando banderas en favor de una resolución pacífica y un cambio para su país.

Fue en ese momento en el que Loutfi, este simple ciudadano que se había dedicado 30 años de su vida a ser banquero y que a pesar de haber nacido en Alejandría, resalta su condición de suizo – no solo por ser su segunda nacionalidad sino también por lo que le dio este país en el que vivió mitad de su vida –, decidió que no era suficiente estar sentado en su casa junto a sus amigos levantando arengas y pidiendo cambio desde la comodidad de un sofá; para él había que hacer algo más, necesitaba aportar a su país desde otro modo.

Puede que para muchos la revolución significara salir a las calles, movilizarse por el cambio y exigir mayor democracia en medio de la Primavera Árabe; para Loutfi, la revolución significó tomar su motocicleta, una Honda Goldwing 1800 CC color blanco, a la que él sencillamente llama como “White Lady” o “Dama Blanca” y emprender un largo viaje.

Sherif Loutfi es lo más parecido a un rebelde pacífico, armado únicamente con un entusiasmo que él argumenta, corresponde a su sangre egipcia. Viaja ligero de equipaje, pocas prendas de ropa entre las que se destaca una chaqueta negra en la que están bordadas las banderas de Suiza y Egipto; debajo de esta, una camisa negra, sobria, que hace conjunto con sus ‘jeans’ y sus botas de motociclista.

Por donde pasa siempre ondea tres banderas en la parte trasera de la “Dama Blanca”, las de sus dos países y la del país por donde esté transitando, esperando de cierto modo poder contribuir al fortalecimiento de las relaciones mediante esta expresión de unidad. Se alimenta de dátiles secos egipcios y de chocolate suizo, que según él es lo que lo ha mantenido vivo cuando los viajes son largos y no puede conseguir más comida. Es juicioso con sus ejercicios, entrena 16 minutos su espalda cada dos días para que las inclemencias del viaje no le pasen factura.

“Una vez me siento en la moto ya no puedo parar” sentencia el viajero, agregando que el preludio de cualquier salida consiste en un ritual sagrado de disciplina y planificación y que normalmente viaja entre 8 o 10 horas al día, recorriendo entre 200 – 500 kilómetros durante este lapso de tiempo.

Su rebeldía no excluye la prudencia, no viaja de noche y siempre tiene en cuenta factores como la velocidad, la calidad de las carreteras y los malos conductores.

Así de detallada es su hoja de partida, que no solo consiste en rutas planificadas sino también en todos los pasos que juiciosamente debe seguir para que diariamente cada recorrido sea una experiencia positiva. Esta disciplina fue la que le permitió recorrer parte de Europa y Asia, llegando hasta Japón.

Hoy, después de 5 años de haber experimentado este acto de rebeldía, Loutfi se ha planteado un nuevo reto: cruzar el continente americano desde la Patagonia hasta Alaska, y a pesar de haber avanzado, aún le queda camino por delante.

Su viaje por nuestro continente empezó hace tres meses en Ushuaia, Argentina, y pasó por Chile, Perú y Ecuador antes de llegar a Colombia.

“La gente en Sudamérica se emociona mucho más al verme, me han ayudado con agua y comida, me saludan en la carretera y me desean buena suerte” dice Loutfi, quien a pesar de haber recorrido 5 países del continente no modula palabra en español y se refugia en el inglés como alternativa al alemán suizo y árabe egipcio.

Su hoja de ruta es clara frente a lo que sigue, asegura que estaba totalmente planificado pasar por Bogotá y con esa misma certeza aclara que por cuestiones de seguridad no tiene pensado visitar Venezuela ni Guatemala. Es por esto que se encuentra decidiendo entre dos alternativas: 1) conocer parte de Centroamérica y cruzar por la frontera de México y Estados Unidos, o 2) enviar su moto a Florida y continuar su viaje de manera inmediata en territorio estadounidense.

Por el momento asegura que le sorprende la amabilidad de la gente en Colombia, que inclusive entre Pasto y Cali pasó por un retén militar y los efectivos fueron muy amables, habiéndose tomado fotos con él y su moto.

Se le ve cómodo, tranquilo y decidido a seguir su viaje, agradeciendo también a las embajadas de Egipto y Suiza que le han ayudado en su paso por el país. Al momento Loutfi no tiene afán y espera quedarse unos cuantos días en Colombia, recorriendo con su Dama Blanca los alrededores de la capital y ondeando las banderas de Suiza y Egipto, acompañadas por el amarillo, azul y rojo de Colombia.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad