La idea es que las personas puedan destinar un porcentaje de sus cesantías para financiar o prepagar a través de ahorro programado la educación superior de sus hijos o personas a cargo, cosa que no se puede hacer actualmente.
Según el congresista “con esta iniciativa se dinamizará la oferta de seguros educativos en el país y se permitirá a un amplio sector de la clase media financiar la educación superior de sus hijos y al mismo tiempo liberar recursos al final de su ciclo profesional para acumular mayor ahorro y contribuciones a esquemas pensionales, entre otros”.
Podrá verse beneficiado de esta ley cualquier ciudadano que tenga sus cesantías en fondos privados o públicos como el Fondo Nacional del Ahorro.