Madaya, el pueblo sirio donde comen hojas de los árboles y sal para no morir de hambre
El Gobierno de Bashar Al Assad había vetado el acceso humanitario a esta zona en donde 42.000 personas no tenían alimentos.
La dramática situación humanitaria en la ciudad siria de Madaya, ubicada a unos 25 kilómetros al noroeste de la capital Damasco, ha obligado a más de 42.000 personas, que han pasado más de 180 días sin acceso a alimentos, a empezar a comer pasto y hojas de los árboles y sacrificar a sus mascotas para consumir su carne.
El Programa Mundial de Alimentos advirtió que hay una alto riesgo a que miles de estas personas mueran de hambre debido a que lo camiones con suministros estaban atrapados entre el fuego cruzado de los rebeldes sirios, el Estado Islámico, los libaneses de Hizbula y el régimen de Bashar Al Assad que había bloqueado todo el acceso humanitario a la zona y apenas permitió el acceso de la ONU en las últimas horas.
El canal Al Jazeera reportó que solo en diciembre murieron de hambre 31 personas en esta zona, mientras que la Cruz Roja afirma que hace mucho frío en esta ciudad y no hay electricidad ni combustible.
Unicef ha alertado que la mitad de la población que lleva asediada seis meses son niños que están en riesgo de morir por desnutrición y por enfermedades como hepatitis A y padecimientos en la piel.