Telescopio en Sarajevo, 100 años de la Gran Guerra

Ríos de tinta  han corrido este año para analizar y rememorar la Primera Guerra Mundial asociada inexorablemente a los años 1914-1918 como si nada más hubiese ocurrido en todo el mundo en  esos años. Más allá de la campaña militar, de la guerra de trincheras, del estancamiento, de la masiva utilización de armas químicas, de la introducción de nuevo armamento,  las consecuencias de la guerra fueron múltiples y profundas y afectaron todo el planeta, cuya gran mayoría ni siquiera tomo parte en la conflagración

Ante todo la primera guerra mundial fue el gran fracaso de la diplomacia, no sólo para evitar el estallido de la guerra,  sino  para terminarla antes que esta terminara con Europa. La diplomacia sirvió únicamente para establecer alianzas bélicas entre las partes, nunca para acabar con un conflicto que dejo muchos más  soldados muertos  que la segunda guerra.    Cuatro imperios colapsaron como resultado final de las hostilidades:  De parte de las potencia centrales el imperio austrohúngaro, el imperio alemán y el imperio  otomano,  mientras que el imperio zarista, parte de la entente,  sucumbía a la revolución bolchevique. Sin embargo si  la guerra había dejado a  Europa en ruinas,  igualmente  nefastos fueron las consecuencias de la diplomacia de la posguerra, caracterizada por una rapiña de las potencias vencedoras, especialmente, Inglaterra y Francia, como quedó demostrado  y revelado en   la conferencia de Paris de 1919, a al cual no fueron invitados los vencidos en la guerra.  En esta conferencia  quedó  establecido el nuevo orden mundial caracterizado especialmente por las    calamidades que ahí fueron sembradas

·         El Tratado de Versalles,  el más conocido de los que se acordaron en París, constituyó un despojo de territorios alemanes que fueron entregados a Francia –Alsacia y Lorena- , a Polonia y a Dinamarca. Se impusieron fuertes restricciones al desarrollo militar germano y se  le cobraron indemnizaciones que  hasta hace poco  Alemania seguía pagando.  Las semillas de la segunda guerra mundial quedaron  sembradas en este humillante tratado

·         Las antiguas posesiones del imperio otomano fueron repartidas en  zonas de influencia –mandatos-   entre Reino Unido  y Francia, creando en fronteras artificiales, los Estado Nación en Medio Oriente,  fuente de los actuales conflictos. ·         En las ruinas de los imperios centrales nacieron varios estados en los Balcanes y Europa del Este: Polonia, Checoeslovaquia, Hungría, Yugoslavia y Austria

·         Se creó la Liga de las Naciones, única propuesta que se le aceptó al presidente americano Woodrow Wilson.  Sin embargo la Liga sirvió para legitimar la repartija colonial, especialmente en oriente medio con la figura de los mandatos.  Esta fue reemplazada tras la segunda guerra por la Organización de las Naciones Unidas, en la cual a las potencia vencedoras se les premió con el puesto permanente en el Consejo de Seguridad

 La  Gran Guerra marcó el ascenso de Estados Unidos a Gran Potencia, desató los movimientos nacionalistas y anticolonialistas en  la periferia, significó  el  declive  de la aristocracia real europea empoderando  a su vez  a  varios sectores de la población en el manejo de los Estados  y con el triunfo de los bolcheviques en Rusia se abría la “guerra de las ideologías” entre el comunismo, liberalismo y fascismo, que tras la aniquilación del fascismo en  la segunda guerra mundial,  daba  origen a la Guerra Fría

 Cien años de un cataclismo europeo con ramificaciones globales y supuestas enseñanzas que parece no muchos aprendieron.