Familias afrontan la tragedia en medio de barrio en difíciles condiciones
Al vacío que dejaron los 33 niños en Fundación se suma la falta de alcantarillado, vías destapadas y más.
Al vacío que dejaron los 33 niños en Fundación se suma la falta de alcantarillado, vías destapadas y más.
En este barrio, en el Colegio Antonio Nariño aunque no hubo clases en los últimos días, los niños juegan en el único parque del barrio, pero extrañan a sus 33 compañeritos que dejan un vacío no solo en los salones y en el barrio, sino también en sus corazones.
“Ahora con quien voy a jugar boliche”, manifestó uno de los menores que se quedó sin Bladimir Otero, su compañero de juegos, en medio de las anécdotas que recordaron varios de ellos, sobre los otros 33 niños.
Mientras tanto en el municipio este viernes se levanta la ley seca que se decretó desde el pasado 18 de mayo cuando ocurrió la tragedia, pero las noches se transformaron, las fiestas y celebraciones se cancelaron, no solo en este lugar, sino también en los municipios cercanos.
Desde qué llovió al final de la ceremonia en la que fueron sepultados los angelitos, el cielo grisáceo y un ambiente sombrío cubren las calles del municipio, pero el recuerdo de las sonrisas de los niños fortalecen la esperanza de que vendrán tiempos mejores para Fundación.
“Aquí no hay alcantarillado, aquí las necesidades toca irlas a hacer allá a los potreros. Mira las calles como están, cuando viene el agua de las calles se meten adentro de las casas”, advirtió Rosiris Colón, una mujer mayor de edad del barrio, vecina y familiar de uno de los pequeños.
Allí siguen reclamando al Gobierno que cumpla sus promesas, testigo de ello es Marta Lobelo, líder de la Fundación Generando Sonrisas, que lleva ayudas a la zona y quien cuestiona, “el Gobierno invierte la plata, ¿que la hacen?, donde están esos proyectos del Estado”.
Afirma además que falta orientación para evitar los embarazos adolescentes y el número de hijos que tiene cada uno de los hogares, “¿dónde están los psicólogos, los sociólogos, aquí las mujeres tienen 6, 7, 8 hijos, el machismo predomina en muchas de estas comunidades, a la gente hay que enseñarle que use protección”.
En el municipio de Fundación en el Magdalena mientras se intenta volver a la normalidad, en el lugar donde quedaron las camas vacías de los 33 angelitos las familias de los menores y los habitantes del barrio Altomira, además de afrontar el último adiós que dieron a los pequeños deben soportar las difíciles condiciones del barrio.
En este humilde barrio no hay alcantarillado, las vías están destapadas, algunas de sus casas tienen grietas o están sin terminar, construidas con Bareque se sostienen gracias a las precarias reparaciones que hacen sus ocupantes, quienes advierten de las críticas condiciones de saneamiento básico.
