Política

El proceso de paz en Colombia visto por The Economist

La revista inglesa analiza el estado de las conversaciones y critica el segundo punto acordado entre Gobierno y Farc.

El proceso de paz en Colombia visto por The Economist

El artículo resalta que hace un año, cuando se iniciaron los diálogos de paz, el presidente Juan Manuel Santos hizo un anuncio teniendo el calendario electoral del país en mente, cuando prometió que las negociaciones con la guerrilla de las FARC no durarían años sino meses. Esto según la revista, calculando la eventual firma de la paz entre octubre y noviembre de este año, época en la que Santos haría el anuncio de su reelección

La publicación hace una crítica al acuerdo al que se llegó en el segundo punto de la agenda el pasado 6 de noviembre y afirma que aquellos pequeños partidos que se crearían si se firma la paz con las llamadas “circunscripciones especiales” es una forma de asegurarle a las FARC una oportunidad de ganar una representación en el Congreso

Destaca la vulnerabilidad del proceso y hace referencia al descubrimiento hecho por el gobierno el pasado 12 de noviembre sobre un plan de las FARC para atentar contra el ex presidente y candidato al senado Álvaro Uribe, el fiscal general Eduardo Montealegre y el ex precandidato presidencial Francisco Santos

Según la revista el descubrimiento de este plan le dio “municiones” a los conservadores liderados por Uribe pero representados por la figura presidencial de Oscar Iván Zuluaga

También menciona algunos rumores que corren dentro del proceso, como aquel que afirma que el 20% de los guerrilleros de las FARC abandonaría las filas si se llega a firmar un acuerdo de paz

La firma del segundo punto en La Habana le dio un aire no solamente al acuerdo de paz sino también a Santos, quien se arrepintió de suspender el proceso durante la época de elecciones y ahora espera que se aceleren las negociaciones, con el fin de presentar un proyecto de referendo antes de la posesión del nuevo Congreso, en el que el Centro Democrático (el partido del expresidente Uribe) espera obtener 20 de las 102 curules del Senado, lo que significaría un gran obstáculo para el desarrollo de un eventual proceso de paz

The Economist analiza el tráfico de drogas, cuarto punto en la agenda que por cambios acordados entre las dos partes será el próximo en el ciclo de negociaciones en La Habana. Menciona que sobre el papel debería ser un tema relativamente sencillo, después de que el máximo líder de las FARC, Timoleón Jiménez, habló de la enorme satisfacción que sería tener una Colombia sin coca. Declaración que se ajusta al llamado internacional que viene haciendo Santos de cambiar la política anti drogas

Finalmente hace referencia al problema jurídico que se surgiría si se firma la paz y los líderes de las FARC quieren acceder al congreso colombiano. Según la ley del país, ningún condenado por delitos de crímenes de lesa humanidad puede ocupar un escaño en el Senado o la Cámara de representantes si tiene una condena por delitos que no sean de origen político.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad