Confirman destitución contra registradora que trataba de mongólicos a subalternos
El falo señala que se recibieron varias quejas de la funcionaria por parte de sus subalternos, quienes consideran los actos de la funcionaria como abuso laboral.
La determinación la tomó el Consejo de Estado, al confirmar la sanción disciplinaria de inhabilidad por diez años que la Procuraduría le impuso a una registradora de instrumentos públicos del municipio de Calarcá (Quindío) a quien se le investigó por acoso laboral
El fallo señala que fueron varias las quejas que se recibieron en contra de la funcionaria porque, según sus subalternos, los trataba frecuentemente de “mongólicos, brutos, ignorantes, trogloditas, empíricos”
Además les negaba permisos para asistir a citas médicas y les “chasqueaba los dedos en la cara diciendo que si no les gustaba se podían ir”. Incluso una de las trabajadoras habló de agresión física
De otra parte, los funcionarios de la oficina de registro manifestaron que la registradora los acosaba laboralmente por los maltratos verbales, la presión, el hecho de que no pudieran hablar por teléfono, la intimidación, la negativa en permisos para almorzar fuera o para atender citas médicas y la falta de consideración
En este sentido el ministerio público señaló que “no existía armonía en el trabajo ni cordialidad en el diálogo, se sentían permanentemente vigilados por su superior jerárquico que, además, confundía el tono de voz con la agresividad verbal”
Por su parte la inhabilitada, en su defensa argumentó que no había incurrido en ninguna falta que ameritara la destitución del cargo, pues lo que ella ejerció fue un nuevo estilo de liderazgo e implementó exigencias administrativas que generaron malestar entre los empleados “a tal punto de desencadenar sentimientos de animadversión en su contra”