Salud y bienestar

Dígale SÍ a la masturbación

Con este título quiero controvertir a quienes desinforman sobre, o restringen, la masturbación como una legítima forma de autosatisfacción.

Dígale SÍ a la masturbación

Es evidente que si la masturbación la usa frecuentemente quien hace parte de una pareja sexual, o la usa quien permanece solo, o la usa quien no se satisface con nadie, o la usa quien no se satisface a pesar de la frecuencia, entonces esa persona es candidato(a) a consultante

La masturbación es un acto personal y usualmente privado en el que se pretende simular una situación de excitación sexual que debería llevar al clímax

Los hombres suelen fingir una penetración y por ello su pene “entra” en algo (por ejemplo una mano semicerrada) o se frota contra algo, en ambos casos simulando la fricción con la que se supera el punto de no retorno para desencadenar el reflejo orgásmico y la eyaculación (no son lo mismo sino que suelen ocurrir más o menos simultáneamente)

La mujer, de manera equivalente, suele fingir penetraciones mediante objetos o mediante sus propios dedos o reproducir fricciones con las que se mueve solidariamente todo el aparato sexual también para superar el punto de no retorno y desencadenar su(s) reflejo(s) orgásmico(s)

El llamado de atención aparece cuando los que se masturban de manera natural, por su propia iniciativa y curiosidad, son aquellos para quienes casi nunca hay dificultades sexuales; pues buscan conocerse, se exploran, aventuran, proponen y aprenden lo necesario, o más, para tener una vida sexual satisfactoria. Esa es la masturbación válida: la que lleva a experimentar y aprender

Quienes no lo hacen porque han sido restringidos con desinformaciones, que se sienten pecaminosos o en riesgo, son precisamente los que más terminan consultando por su anedonia o por sus disfunciones sexuales

Quienes lo hacen pero de manera exagerada o inadecuada también son candidatos a consultantes. Tal vez indigno y triste quedarse solamente en la masturbación y no buscar alguna vez el placer suficiente en pareja. Tal vez ofensiva la masturbación para la pareja que espera ser suficiente. Tal vez agresiva la masturbación para un observador casual

Un hombre que se masturba; pero que lo hace de manera inadecuada, puede terminar con la condición de eyaculador precoz; pero sorprende que la intervención para solucionarle su dificultad, nuevamente, incluye masturbación terapéutica; es decir, masturbación dirigida

Dejemos claro que los excesos siempre son dañinos y que una persona no masturba a otra sino que la excita

Como lo he mencionado en artículos anteriores, los terapeutas sexuales contamos con la masturbación terapéutica como una de nuestras más valiosas y efectivas herramientas de intervención, pues una masturbación dirigida permite superar un buen número de los motivos de consulta sexual de hombres y mujeres. Nuestra labor, ante esos motivos de consulta, comienza por convencer al consultante de aprender a masturbarse dejando a un lado sus prevenciones; pues recordemos que si lo hiciera desde siempre es poco probable que estuviese consultando por ese motivo. Superadas esas restricciones morales, se da inicio a la intervención propiamente dicha y que, casi siempre, tiene resultados más que satisfactorios

En consecuencia, la propuesta es que quien quisiera experimentar con su propia autosatisfacción lo hiciera libremente, en privado y sin remordimientos o prevenciones pero siguiendo algunas instrucciones teniendo claro un segundo propósito (el primero obviamente es la satisfacción) que debería ser el de conocer y entrenar, de paso, a su aparato sexual para que pueda, alguna vez y en adelante, disfrutar de una sexualidad particularmente satisfactoria en pareja

El hombre que se masturba debe tener como segundo propósito el de aprender a controlar su respuesta sexual para participar más activamente y por más tiempo en la excitación de su pareja y tal vez llegar a ser un controlador de sus eyaculaciones pero multiorgásmico. La mujer que se masturba debe tener como segundo propósito el de aprender a conocer su aparato y su respuesta sexuales con el fin de anticipar, diversificar y multiplicar sus orgasmos y controlar a voluntad los tiempos y movimientos en pareja con los que cada uno de esos orgasmos aparece

Asi sí. Digámosle SÍ a la masturbación con estos propósitos…

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