Qué viene en la segunda semana del Tour de Francia

Una contrarreloj, en medio de una semana llana puede ser la tachuela que alborote nuevamente la clasificación general, antes de que regrese la gran montaña, el domingo 14, con la llegada en Mont Ventoux

El Tour de Francia se desplazó desde los Pirineos al norte con el debate a cuestas en el día de descanso: ¿Podría Chris Froome aguantar el maillot amarillo sin equipo?. Sus opositores, Alberto Contador y Alejandro Valverde entre ellos, se preparan para perder tiempo en la crono del miércoles, pero anuncian batalla en los Alpes. Los Pirineos sacudieron el Tour dos veces. Casi cierran la edición del centenario tras la exhibición de Froome y el Sky en Les Domaines, pero un día después con el naufragio del equipo inglés las esperanzas renacieron entre el resto de los favoritos, que ven en los Alpes otro escenario para aislar al líder e intentar derrocarlo. De momento, el miércoles hay cita con el cronómetro en Mont Saint Michel. Valverde, segundo en la general, admite que les va a caer tiempo, y su objetivo será "perder lo menos posible" y luego esperar a la tercera semana en los Alpes. Valverde, líder del Movistar, apoyado por el escudero de Cómbita, Boyacá, Nairo Quintana, está convencido de que puede hacerle daño a Froome en cuanto la carretera se levante. Eso sí, actuando de forma diferente a Pirineos, donde según el jefe del Movistar "se perdió una gran oportunidad", tal vez irrepetible, y echó en falta más colaboración de Contador y de su equipo. "Nos quedamos solos tirando. No sé si Contador no quiso o no pudo colaborar más", comentó. El "capitán" Froome sabe que habrá muchos "piratas" en la carretera y que su equipo está muy mermado. Hará bien en coger tiempo en la crono, luego tendrá que defenderlo en varios frentes, sobre todo en una terrible última semana con el Ventoux, Alpe D''Huez y el Semnoz como llegadas en alto y la crono alpina, de gran dureza. Nada perturba al británico de origen keniano. Pasó su primera jornada de descanso con el maillot amarillo y acaparó la atención de más de 100 periodistas en su comparecencia ante los medios, donde mostró serenidad y confianza. Hasta en su equipo. "Sé que me van a atacar y estoy preparado para ello, es lo normal. El Tour no está ganado y será difícil llegar a París de amarillo, pero lo voy a defender con todas mis fuerzas. El equipo seguro que se va a recuperar y va a estar a mi lado", dijo. La oposición no tira la toalla. El Movistar tiene a Valverde y el colombiano Nairo Quintana, éste último el azote de Froome en la montaña. El Belkin a los holandeses Mollema y Ten Dam en la tercera y cuarta plazas, y el Saxo Tinkoff a Kreuziger quinto y Contador séptimo a 1.51 y herido en su orgullo. Contador se agarra a que siempre hizo lo mejor en la tercera semana, y recordó que Froome bajó su rendimiento en la Vuelta al final. El espíritu de Fuente Dé no faltará "a la menor ocasión que se presente", dijo. ¿Habrá alianzas?. "Eso sería probable entre los españoles, pero cada uno tiene sus intereses y los equipos van a lo suyo. Ayer fue un buen día para desbancar a Froome y no lo aprovechamos", volvió a mandar "un recado" Valverde. Con la carrera gobernada por Froome, el Tour ofrece la décima etapa entre Saint Gildas des Bois y Saint Malo, con un recorrido de 197 kilómetros y una única dificultad de cuarta categoría, propicia para que los esprínteres se luzcan, si no lo evitan los cazaetapas con una fuga