Jon Huntsman, el candidato llegado de China
Jon Huntsman (Redwood City, California, 1960) fue el segundo candidato en abandonar la contienda electoral republicana, tras Michele Bachmann.

Jon Huntsman (Redwood City, California, 1960) fue el segundo candidato en abandonar la contienda electoral republicana, tras Michele Bachmann. Tenía muchas cosas en contras para ganar: es mormón, es moderado en asuntos sociales y sirvió como uno de los embajadores de más elevado perfil de Barack Obama, enviado a China entre 2009 y 2011. Casi todas las encuestas le daban entre los últimos en los resultados electorales generales. Quedó precisamente último en la primera cita, la de los caucus de Iowa. Pese a lograr un decente tercer puesto en las primarias de New Hampshire, decidió apearse antes de la siguiente cita, en Carolina del Sur
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Huntsman hablaba exclusivamente en términos económicos, haciendo propuestas para reducir el desempleo y revitalizar el sector empresarial. Defendió el derecho de las parejas gais a disfrutar de uniones civiles. Como gobernador de Utah, entre 2005 y 2009, había impulsado las energías renovables. En 2007 había apoyado la idea de que se exigiera por ley a los norteamericanos que contraten pólizas de seguro médico, una propuesta de posteriormente defendería Barack Obama y de la que Hunstman se retraería. Y se opuso a la construcción de un muro de separación con México, una idea popular entre sus contrincantes
“El futuro de esta nación no está en Afganistán. El futuro de esta nación no está en Irak”, dijo Huntsman en su discurso en la noche electoral de New Hampshire, en a que más cerca estuvo de celebrar algo similar a una victoria. “Lo que importa es la economía. Y lo que importa es la educación. Y hay que ejercer nuestra influencia en el océano Pacífico, con las miras puestas en países en los que yo he vivido [en referencia a China]. Y os puedo decir, que si no arreglamos los problemas económicos en casa, el siglo de dominio americano acabará en 2050. Y no vamos a permitir que eso suceda”
En esta campaña de primarias, Huntsman centró todos sus esfuerzos en aquel estado, New Hampshire, el segundo en celebrar comicios. La estrategia dio los frutos esperados: logró superar a los candidatos más conservadores en asuntos sociales, como Rick Santorum y Newt Gingrich. Pero tenía un gran impedimento para llegar a los terceros comicios. A pesar de proceder de una familia millonaria, carecía de los fondos de donaciones de los que disfrutaban muchos de sus contrincantes y no había recibido excesiva atención por parte de los medios de comunicación. Su estrategia se basaba en ir de puerta en puerta y en los discursos ante pequeñas audiencias. En New Hampshire tomó parte en más de 170 pequeños mítines
El exgobernador aprendió chino mandarín en una misión a Taiwán, organizada por la iglesia mormona. Desde entonces mantuvo un gran interés por la política exterior norteamericana hacia Asia. Fue diplomático y sirvió como embajador en Singapur entre 1992 y 1993. Uno de los puntos de mayor relevancia en su carrera le llegó con la victoria de Obama, cuando éste le eligió para ser embajador en Pekín, un puesto que ocupó hasta abril de 2011. A principios de aquel año, saltándose los protocolos diplomáticos, acudió a una manifestación antigubernamental. Un asistente le grabó y colgó el vídeo en YouTube
Como Mitt Romney, Huntsman es mormón. Los votantes evangélicos (80 millones) recelan del mormonismo, y muchos lo consideran una secta y no la consideran como parte del cristianismo. A independientes y demócratas desconfían de ellos porque defendieron la poligamia hasta finales del siglo XIX y porque consideraron doctrinalmente que las personas de raza negra estaban manchadas por el diablo hasta 1978. Según encuestas recientes, sólo un 35% de los votantes de EE UU se sentiría a gusto con un candidato de esa religión



