Suspendió operaciones Air Comet, la aerolínea española con las tarifas más bajas para los latinoamericanos

Miles de viajeros entre España y Latinoamérica se verán afectados por el cese de actividades que anunció la la aerolínea española Air Comet ante la imposibilidad de afrontar sus deudas millonarias. La aerolínea, del Grupo Marsans, propiedad del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, y de Gonzalo Pascual, anunció que cierra ante la incapacidad de afrontar la deuda por el alquiler de sus aviones y por no pagar desde hace meses los salarios a su plantilla. Para ello presentará este martes un concurso de acreedores y un expediente de regulación de empleo (ERE) para la totalidad de su plantilla, que componen unos 640 trabajadores. La dirección de la compañía se reunió hoy con los sindicatos para comunicarles la decisión, el mismo día en que la compañía ya no podía volar porque un juez británico así lo ordenó tras admitir la demanda presentada por el banco alemán Nord Bank, con el que la aerolínea tiene un contrato por el "leasing" de su flota. En concreto, según los sindicatos, la deuda de la aerolínea con el banco asciende 17,2 millones de euros (25 millones de dólares). No obstante, las deudas totales de Air Comet pueden ascender a cien millones de euros (143 millones de dólares) si se suman, entre otras cosas, los sueldos que la plantilla tiene pendientes de cobrar o lo que debe a la Seguridad Social y otros préstamos que había contraído la compañía, según fuentes de la empresa. Fuentes del sindicato STAVLA -que representa a los tripulantes de cabina- explicaron que el juez decretó el pasado viernes que prohibiría la circulación de los aviones desde hoy lunes si Air Comet no pagaba dicha deuda. Según las fuentes sindicales, la aerolínea tenía un promedio de seis vuelos diarios de ida y otros tantos de vuelta, en los que transportaba a unos 1.500 pasajeros entre destinos como las ciudades ecuatorianas de Quito y Guayaquil, Lima, Buenos Aires, Bogotá o La Habana

Según abogados consultados por Efe, la liquidación de Air Comet podría durar al menos un año y puede ser un proceso complicado porque la aerolínea cuenta con activos domiciliados en el extranjero, que pueden acarrear problemas de competencia judicial entre distintos Estados. Los abogados señalaron que los clientes que hayan adquirido billetes con Air Comet podrán personarse como acreedores en el concurso y reclamar al menos el valor del billete, aunque también pueden solicitar una indemnización por la cancelación de los vuelos más cercanos en el tiempo, como sucedió con el litigio por Air Madrid. El anuncio del cierre de Air Comet se produce exactamente tres años después del cierre de otra aerolínea española, Air Madrid, que el 15 de diciembre de 2006 anunció su cese de operaciones y generó un conflicto de grandes proporciones al dejar en tierra en Europa y en Latinoamérica a miles de viajeros en plena época navideña. En esta ocasión también, la suspensión de actividades de la aerolínea se produce en plena temporada navideña, cuando miles de viajeros han viajado ya o tenían previsto hacerlo a diversos destinos de Latinoamérica. La Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios FACUA-Consumidores en Acción pidió a Air Comet que explique a los usuarios si piensa compensarles por los vuelos que no puedan tomar o si les obligará a acudir al concurso de acreedores. Tras el anuncio del cese de actividades, el Ministerio de Fomento divulgó un comunicado en el que le recuerda a Air Comet que está obligada a atender a los usuarios que pueden verse perjudicados por sus actuaciones. El Gobierno advierte que si Air Comet no hace frente a sus obligaciones emprenderá "las actuaciones legales necesarias para que la empresa haga efectivo los derechos de los pasajeros". También advierte que la aerolíneas tiene la "obligación" de garantizar asistencia a sus pasajeros, el "reembolso del billete o transporte alternativo, la prestación de información y, en su caso, la compensación". Esta noche, poco después de conocerse la noticia del cierre de la empresa, medio centenar de trabajadores de la compañía se concentraron frente al puesto de venta que esta tiene en el aeropuerto madrileño de Barajas y algunos incluso llegaron a romper elementos del mobiliario.